crisis financiamiento hipotecario "subprime"

A seis años de la caída de Lehman Brothers

lunes, 15 de septiembre de 2014

En la madrugada del 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers se declaró en quiebra bajo la protección del "Capítulo 11" siendo la mayor bancarrota en la historia de Estados Unidos. Era el cuarto mayor banco de inversión tras Goldman Sachs, Morgan Stanley y Merrill Lynch, y fue el puntapié inicial de la crisis financiera mundial que se gestó en 2007 con el colapso de las hipotecas subprime.

Se cumplen seis años desde que las autoridades económicas de EE.UU. tomaron la decisión que cambió el rumbo de la historia: no rescatar al legendario banco de inversión (mientras que otros como Bear Stearns fueron salvados). Unos días después, el entonces secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el presidente de la Fed, Ben Bernanke se reunieron con legisladores para diseñar un rescate del sector financiero por u$s 700.000 millones (bautizado TARP) bajo la amenaza en palabras de Bernanke de que, "si no lo implementamos, puede ser que el lunes no tengamos economía". El sistema financiero mundial comenzó a derrumbarse. Requirió del millonario auxilio de gobiernos y bancos centrales para no sucumbir. El colapso financiero de Wall Street se desparramó sobre las entidades europeas y se transformó en una crisis de deuda soberana que detonó una aún mayor crisis de la economía real. Desempleo y recortes en los gastos sociales asolaron a gran parte de la eurozona que llegó a estar a un paso de la ruptura.

Seis años después, el desempleo sigue siendo insostenible en varios países periféricos de la UE, los bancos aún necesitan del auxilio estatal y las autoridades siguen buscando cómo salir de la crisis. Hoy, mientras en EE.UU. piensan en empezar a subir las tasas para reencauzar la economía a su tendencia normal, en Europa el Banco Central Europeo acaba de volver a bajar las tasas para evitar una tercera recesión en menos de un quinquenio.

Hoy los bancos en EE.UU. muestran mejoras respecto de 2008. Reforzaron sus balances y redujeron los créditos tóxicos. Según la FDIC (organismo de control en EE.UU.), en 2013 hubo sólo 24 quiebras bancarias frente a las 51 de 2012 (el máximo fue en 2010 con 157). Además los bancos con problemas pasaron de 614 a 515 el año pasado (eran 888 en marzo 2011). Desde entonces, los bancos incrementaron sus reservas hasta los u$s 2,8 billones.

En cuanto a los inversores, quienes pudieron mantener sus acciones bancarias recuperaron gran parte de sus fondos. Así lo refleja el índice KBW de los bancos de Wall Street cerró hace por aquellos años en 71,01. Ahora se sitúa en 71,81. Así por ejemplo, el JP Morgan subió desde casi 42 dólares hasta cerca de 60; el Bank of America (que adquirió Merrill Lynch) pasó de 33,7 y hoy está apenas por encima de 16; Goldman Sachs de 154 hoy cotiza a 179,8. Morgan Stanley pasó a 34,6 frente a los casi 27 tras la crisis; el Wells Fargo, favorito del multimillonario inversor Warren Buffett subió hasta 51,6 desde los 34,3. Otros como los acreedores no asegurados de Lehman (empleados, fondos de pensiones, bancos y gestores) recién ahora recibirán un primer pago de u$s 4.600 millones según una notificación presentada en el Tribunal de Quiebras de Manhattan por el fideicomiso James Giddens.

De todos modos aún hoy el pensamiento de "demasiado grande para quebrar" (too big, too fail) sigue siendo una espada de Damocles sobre el sistema, en referencia al probable impacto a nivel sistémico de la caída de banco grande. Hoy el JP Morgan es la entidad más grande con activos de u$s 2,5 billones, seguido por el Bank of America con casi 2,2 billones. Los diez bancos más grandes de EE.UU. tienen activos de más de u$s 11,1 billones. En este contexto, la pregunta sigue siendo si EE.UU. resolvió el problema de "too big to fail". Todavía no está claro. 

Fuente: Ambito