políticas monetarias

Reclaman cambios en las nuevas tasas máximas fijadas por el Banco Central

jueves, 10 de julio de 2014

A un mes de que el BCRA estableciera límites a los altos intereses que cobran los bancos para los préstamos personales, las entidades piden flexibilidad.

Aunque todavía no pasó un mes desde que está en vigencia la normativa de tasas máximas que emitió el Central, los niveles fijados ya están generando trastornos, especialmente en los segmentos en los que se sospechaba que habría más inconvenientes, es decir, en el de los créditos extrabancarios.

Como las tasas que las entidades no reguladas por el BCRA están por lo general bien por encima de lo que dispuso la autoridad monetaria, resulta imposible descontar la cartera que se genere en el circuito bancario.

Por lo tanto, esto impacta negativamente en la posibilidad de otorgar nuevos préstamos a un segmento de la población que no tiene posibilidad de financiarse en bancos, según sostiene el economista Pablo Wende en su columna de Ámbito Financiero.

El Central ya alivió parcialmente la situación que se había generado en este sector, al aclarar que todos aquellos créditos generados antes de la normativa, que se conoció el 11 de junio, quedaban afuera de los límites establecidos. El problema, por lo tanto, se concentra en los préstamos otorgados a partir de esa fecha.

Según dispuso el BCRA, todos los créditos otorgados por entidades extrabancarias pueden prestar a una tasa máxima de Lebac a 90 días más un múltiplo de 2, es decir, el doble. Por lo tanto, las tasas no pueden superar el nivel del 53% anual.

En caso de ubicarse por encima, esos créditos luego no pueden descontarse en un banco, con lo cual se corta la rueda del financiamiento.

Un grupo de entidades especializadas del sistema bancario (en general monocasa) ya presentaron esta inquietud ante la entidad que dirige Juan Carlos Fábrega indicando las dificultades que presentaba esta exigencia. La situación se agrava todavía más en el interior, donde los costos son mucho más elevados, lo cual debe ser reflejado en la tasa de interés.

La hipótesis de máxima que manejan estas entidades es que el nivel de referencia de tasas pueda multiplicarse por 3, lo que dejaría el nuevo tope máximo en niveles más cercanos al 80% anual. Pero también podría pactarse una salida intermedia.

No todos los segmentos se ven perjudicados por igual. Los financiamientos que otorgan las casas de electrodomésticos se ubican demasiado lejos del tope máximo y las empresas estarían en condiciones de adecuarse a la norma del Banco Central.

Esto les permitirá seguir "empaquetando" los préstamos otorgados a sus clientes para descontarlos en el mercado. Lo mismo sucede con las tarjetas extrabancarias.

El sector más complicado es el de préstamos personales que se otorgan por afuera del sector bancario.

"La tasa de tarjetas, tanto las vigentes para los bancos como para las entidades extrabancarias, ya estaba regulada. Pero la situación es distinta con los créditos a sola firma, que tienen un riesgo mucho mayor incorporado", explicaba el gerente financiero de una entidad local.

Esos créditos podrán seguir otorgándose a tasas más altas, pero en ese caso no pueden ser descontados en los bancos.

Tampoco podrían armarse fideicomisos financieros con este tipo de cartera, ya que excede el máximo fijado por el Central.

Según aclararon en Banco de Valores, uno de los principales originadores del mercado, representa alrededor del 25% del total de los fideicomisos de consumo que se comercializan en el mercado.

En la medida en que esta situación perdure, se corre peligro de provocar el efecto contrario al buscado, es decir, que en vez de facilitar y abaratar el acceso al financiamiento a un segmento de la población, se termine cortando esa opción.

Quienes recurren a créditos extrabancarios y de altas tasas de interés es porque, en su mayor parte, no tienen acceso a líneas bancarias. En general, es gente que trabaja en negro y no tiene un recibo de sueldo, por lo que resulta más riesgoso prestarle. Este mayor riesgo se traduce en una tasa de interés más elevada.

Mientras tanto, el Central también permitió que parte de la línea destinada a financiamiento productivo según la intención anunciada por la ministra de Industria Débora Giorgi que deben volcar los bancos en forma obligatoria sea utilizada para la compra de fideicomisos, tal como lo había resuelto hace algunos meses para el descuento de cheques.

Esto permitió que muchas empresas puedan acceder a capital de trabajo más barato, en momentos de suba de tasa de interés. 

Fuente: iProfesional