política monetaria

El Central estudia el "manual Redrado" para sostener nivel de reservas

miércoles, 21 de mayo de 2014

Una vez que se agote la liquidación de exportaciones agrícolas desde la entidad apuntarán a obtener algún desembolso del Banco de Basilea, del Banco de Francia o un swap de monedas con China

Si hay atraso cambiario, que no se note. Para cubrir los faltantes de divisas que surgirán a partir de agosto, tras el fin de las liquidaciones de las exportaciones de soja, el equipo económico apunta a desembolsos variados.

No se trata más que de la homeopatía habitual aplicada por el Gobierno en épocas de escasez de dólares: apuntarán a desembolsos del Banco de Basilea o del Banco de Francia (maquillaje vía pases, una creación del expresidente del BCRA Martín Redrado) y el swap de monedas con China (otra invención del ahora economista de Sergio Massa, que brinda la posibilidad de acceder a fondos de ese país, un marketing cambiario dado que nunca se concreta), relata Ambito Financiero este martes.

Pero el eventual atraso del dólar en realidad no preocupa demasiado al ministro Axel Kicillof. A fines de enero declaraba que el tipo de cambio a 8 pesos es un nivel adecuado para la economía argentina, pero los precios del INDEC crecen cerca del 15% desde entonces.

Prefiere ese atraso a convalidar nuevas alza de los precios con la suba del tipo de cambio oficial. También, lo prefiere para resucitar el consumo. Lo que en paralelo está convalidando el titular del Palacio de Hacienda en declaraciones a diferentes medios es que no habrá ajustes en las cuentas fiscales.

Sus asesores, en conversaciones con empresarios, blanquean que el gasto público crecerá un 40% interanual en el año. Significa que no habrá que aguardar modificaciones sustanciales en rubros como el energético, fuente de los principales desvelos por el rumbo del tipo de cambio.

El propio Julio De Vido dejó claro la semana pasada que no habrá subas en las tarifas en 2014. El INDEC una vez más brinda un auxilio numérico: con los cambios de base introducidos en la medición del PBI, ahora el rojo fiscal en términos de producto será menor. Si no se puede con el numerador, se va por el denominador.

Las preocupaciones se concentran por ahora en el BCRA, puntualmente en el segundo semestre. Si no hay medidas de política económica en los próximos 90 días, pueden retornar días como los de enero, advierten técnicos de la entidad monetaria. La diferencia es que ahora la tasa en pesos está en niveles elevados y los bancos, limitados a la compra de dólares. También la caída de la actividad puede ser, paradójicamente, lo favorable en lo que a presión sobre el dólar se refiere.

Tampoco hay crisis en emergentes como en enero, con Rusia y Turquía arrastrando a todo ese segmento. Cartas en juego como las del Club de París pueden estirar los plazos. No hay barajas disponibles en lo que al juicio de los fondos buitre se refiere. Funcionarios de Economía señalan que se está a la espera de lo que decida la Corte Suprema de EE.UU. No hay plan A y menos, un B.

No hay grandes medidas a la vista: la devaluación de enero fue la única adoptada hasta ahora, con su impacto positivo -desde el punto de vista oficial-en la recaudación impositiva. Para cerrar el año, se recurrirá a esos minidesembolsos, matizados por emisiones de deuda de provincias o bien YPF. El gerenciamiento de la economía apunta por ahora a sólo retoques de chapa y pintura del modelo. Trastornos cambiarios pueden alterar esa mecánica. 

Fuente: iProfesional