deuda externa

Club de París: la Argentina propone organismo extra

jueves, 03 de abril de 2014

Sería en reemplazo o complementario al FMI. Se piensa en BID o Banco Mundial.

La Argentina propuso, por ahora de manera informal, incluir en la negociación con el Club de París a algún organismo económico internacional, más allá de la presencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Durante las conversaciones que se mantuvieron en París con el Gobierno francés de François Hollande el 19 de marzo pasado, durante la visita oficial de Cristina de Kirchner, funcionarios del Gobierno argentino le plantearon la cuestión al ministro de Economía local, Pierre Moscovic, negociador por su país en el "Club".

La idea de la Argentina es que, ante la casi obligatoria intervención del organismo que maneja Christine Lagarde aunque sea de una manera "light" (igualmente se peleará hasta el final para que no), haya otra fuente que dé certeza sobre "mecanismos de evolución de economía argentina confiables", según la frase que escuchó Moscovic.

Si bien no se profundizó el tema, y mucho menos se sondeó cuál podría ser el organismo alternativo, en la mente argentina está la posibilidad de incluir al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como primera alternativa o en su defecto al Banco Mundial (BM), quienes habitualmente también realizan monitoreos propios sobre la economía argentina.

La diferencia con el FMI es que en ambos casos se trata de elaboraciones sobre la base de los datos que se les envían desde Buenos Aires a los dos organismos, quienes los toman como datos hechos. Luego serán los directorios que con influencias políticas de los gobiernos centrales de sus socios (América en el primer caso y los países desarrollados más China, Rusia, América Latina etc. en el segundo); deciden si la Argentina puede recibir o no fondos frescos para obras de infraestructura o servicios públicos.

El Gobierno de Cristina de Kirchner pudo destrabar este dinero en los últimos tiempos, y se garantizó créditos por más de u$s 6.000 millones hasta fin del actual mandato. Además, el país tiene estricto cumplimiento del pago de las cuotas de los créditos ya otorgados anteriormente. La idea oficial es que desde estos organismos se le dé al Club de París la visión sobre que las cuentas argentinas están en orden y que el país es un pagador riguroso, más allá lo que diga el FMI.

No será fácil convencer a los socios del Club. De los 19 socios, el país les debe dinero a 15, de los cuales Alemania y Japón son de los principales acreedores. Ambos estados consideran que es imprescindible la participación del FMI, aunque sea a partir de una revisación mínima dispuesta en el artículo IV de la Carta Orgánica.

La decisión de aceptar o no esta alternativa, en el caso de que no haya otra opción, la tomará personalmente la jefa de Estado y se esperará hasta último momento. Obviamente éste será después del encuentro previsto para el 28 de mayo en París, donde las partes comenzarán formalmente las negociaciones y se verá abiertamente qué tan pétrea es hoy la decisión de los estados acreedores más importantes sobre la intervención del organismo que maneja Lagarde. Antes habrá un sondeo oficial del equipo económico la próxima semana, cuando desde el viernes 11, en Washington, comience la reunión anual de primavera del FMI.

Según la información que se maneja dentro del Ministerio de Economía de Axel Kicillof, una fórmula para acelerar un acuerdo con el Club de París es la presión de muchas empresas europeas para que se habiliten créditos públicos para invertir en el país. Se dice que hay al menos una automotriz alemana, una empresa de comunicaciones española, un fabricante de aeronaves multinacional europeo, una química alemana, empresas satelitales francesas y, fundamentalmente, varios oferentes de servicios energéticos dispuestos a invertir en Vaca Muerta que presionarían para que haya acuerdo rápido, con o sin el FMI.

Según la información extraoficial que circula por Buenos Aires, muchas compañías europeas estarían ya presionando a sus gobiernos para que se aceleren las negociaciones, luego de la firma del acuerdo con Repsol por la renacionalización de YPF, alertados por la velocidad que otras petroleras de diferentes lugares del mundo (desde Estados Unidos hasta Malasia, pasando por México) están cerrando acuerdos con la Argentina para comenzar las exploraciones en ese yacimiento.

Una de las cuestiones que se deberá resolver en la reunión del 28 de mayo es el monto exacto de la deuda que se mantiene con el Club de París. Según fuentes del organismo, superaría ya los u$s 10.000 millones de los originales u$s 6.750 millones al momento del default de diciembre de 2001.

Para la Argentina la deuda sería de unos u$s 1.000 millones menos, y no superaría los u$s 9.000 millones. Otro punto es el monto a liquidar al contado, condición indispensable para un acuerdo. En su momento el equipo económico ofertó unos u$s 250 millones que rápidamente fueron rechazados desde París. Para la Argentina el monto máximo es de u$s 1.000 millones. 

Fuente: Ambito