políticas monetarias activas

Fábrega ya hizo el trabajo "sucio" en el Banco Central y ahora el mercado espera que Axel Kicillof acompañe

lunes, 17 de marzo de 2014

El Banco Central estabilizó el dólar y frenó la fuga de reservas. Pero si la inflación no baja, temen más dificultades para los próximos meses. Analistas señalan que la devaluación sirvió para comprar tiempo para poder implementar otras medidas y reclaman una mayor coordinación.

El titular del Banco Central (BCRA), Juan Carlos Fábrega, se desentendió de posibles acusaciones de "ortodoxo" o "pro-ajuste" e hizo lo que consideró apropiado: devaluó el peso, estabilizó el tipo de cambio, subió 15 puntos porcentuales la tasa de interés y en lo que va del año ya sacó de circulación casi $45.000 millones.

Los efectos ya se ven en la calle. Se encareció el crédito para el consumo y para la producción, los depósitos crecen a un ritmo mucho menor y lo mismo ocurre con la demanda de préstamos.

El consumo de los bienes con un alto componente importado (autos y electrodomésticos) se vino abajo y recién este fin de semana los bancos relanzaron, acotadas, las promociones de venta en cuotas sin intereses. Los consultores económicos y los banqueros apoyaron esta receta sin restricciones.

Sin embargo, la inflación no baja. El 10% acumulado entre enero y febrero, más lo que sume marzo, se comerá la mitad de la devaluación.

Las miradas apuntan ahora al resto del equipo económico, que aún no da señales de acompañar con la contención del gasto, reducción del déficit o los ajustes tarifarios. Por eso temen que Fábrega deba hacer un "borrón y cuenta nueva" y aplicar una nueva devaluación, que traería, claro, un nuevo salto inflacionario.

Consultado acerca de la dinámica de este nuevo escenario, Maximiliano Castillo, de ACM, señaló a Clarín que "si el objetivo global del Gobierno es bajar a inflación lo que hizo el Central está bien, pero no alcanza y es insostenible si no hay ayuda de la política fiscal. La devaluación es comprar tiempo para implementar otras medidas".

Desde su punto de vista, hay que hacer todo a la vez, para manejar y mejorar las expectativas. "El problema es que Fábrega hizo el trabajo sucio pero nadie lo acompañó y, por el contrario, no se ve un freno al aumento del gasto. Si no hay coordinación, la devaluación dura poco, porque la inflación se diluye".

Nicolás Dujovne ve un panorama similar. "Fábrega se puso como objetivo estabilizar reservas. y se permitió mover variables para lograrlo: subió las tasas en pesos y sacó billetes de circulación. Como el endeudamiento no es muy grande, no es dramático subir casi 15 puntos el costo del dinero", apuntó en diálogo con el matutino.

Dicho esto, Dujovne imagina cómo puede seguir "el plan" si no hay un fuerte recorte del gasto y del déficit fiscal. "Lo primero que se me ocurre es que podrían subir las tasas aún más para absorber todos los pesos que le entrega al Tesoro. Otro camino sería devaluar nuevamente, pero con el problema de que se dispara la inflación. Y hay una tercera vía, que es apelar al crédito externo para reponer los dólares que se van por importaciones. Es la opción endeudadora".

Dujovne cree que habrá un poco de todo. "Y así conservarán la chance de llegar al final del mandato con reservas y sin una mega crisis". 

Fuente: iProfesional