Restructuración de la deuda externa Argentina

Axel Kicillof toma a su cargo la renegociación de la deuda con los bonistas que no entraron al canje

lunes, 17 de febrero de 2014

El ministro de Economía diagramó un equipo de economistas de su confianza, pertenecientes a La Cámpora. La Argentina presentará la última apelación para que la Corte de los EEUU trate el juicio en contra de los holdouts

La apelación que hará esta semana el Gobierno argentino frente a la Corte Suprema de los EEUU por la sentencia en contra de la Cámara de Apelaciones de Nueva York arrancará con un giro inesperado.

Las negociaciones por el juicio, que obliga a la Argentina a pagar unos u$s1.500 millones en efectivo a los fondos buitre por la deuda en default seguirá adelante con otros protagonistas.

Según pudo averiguar Infobae, el ministro de Economía, Axel Kicillof, está a cargo directamente de la reestructuración de la deuda argentina en default por unos u$s20.000 millones, dejando de lado todo el trabajo que venía haciendo la recientemente creada Unidad de Restructuración del la Deuda a cargo del ex ministro de Economía Hernán Lorenzino, secundado por el ex secretario de Finanzas Adrián Cosentino.

Ambos siguen en ese organismo, pero Kicillof en paralelo ha armado otro equipo con economistas de su confianza. El secretario de Finanzas Pablo López, el subsecretario del área Juan Cuatromo con el apoyo de la embajadora en Washington Cecilia Nahón, estos economistas pertenecientes a la agrupación "La Campora", conforman el nuevo equipo que tiene como objetivo resolver el problema de la deuda en default y de financiamiento entre mayo y octubre de este año en el caso que el gobierno de los EEUU decida apoyar a la Argentina a través de la presentación de un Amicus Curiae.

La reunión de Kicillof con los responsables de los bancos UBS y Deutsche Bank, quienes presentaron nuevas propuestas al Gobierno para solucionar definitivamente el problema de la deuda en default y también la posibilidad de conseguir dólares en el mercado internacional de capitales marca un cambio.

Lorenzino y Cosentino eran los que se reunían con los bancos. La Unidad de Reestructuración se creó porque Kicillof no quería hacerse cargo de la reestructuración de la deuda y del problema de conseguir financiamiento en los mercados de capitales. Esa Unidad de Reestructuración de Deuda fue creada en noviembre pasado por el decreto 1935/2013 y Lorenzino fue designado como Jefe de Unidad desempeñando sus funciones de secretario con carácter "ad honorem"-, y asistido por Adrián Cosentino, en calidad de Coordinador, en un rango de subsecretario.

Pero Kicillof habría cambiado de opinión y el secretario de Finanzas Pablo Lépez sería quien está al frente de la misma de manera informal.

En ese sentido, hay que mencionar la caída de la llamada "Solución Gramercy". Kicillof y su equipo no estaban de acuerdo con esa alternativa. Se trataba de una especie de negociación entre privados, para pagarles indirectamente a los fondos buitre litigantes con fondos del estado pero a través de un tercero que sería Gramercy. La propuesta también fue descartada por los fondos buitre.

En el mercado financiero se señala a esa alternativa como sospechosa. En particular porque Lorenzino y Cosentino se habían aferrado a esa propuesta y no exploraron otras ofertas. Esto no habría convencido a Kicillof quien dejo caer directamente la oferta de Gramercy ya que no le garantizaba a la Argentina los dólares frescos como la que le ofrecen algunos bancos extranjeros a tasa que estarían por debajo de los dos dígitos. "La Argentina podría financiarse en el exterior con una tasa similar a la colocación de la ON de YPF del año pasado que fue del 8,75% y en el peor de los casos estaría muy cerca del 9,99%", apuntan desde uno de los bancos negociadores.

Lo concreto es que Kicillof y su equipo buscan una propuesta que no solo solucione definitivamente el problema de la deuda en default o sin normalizar con los holdouts sino que también le acerque dinero fresco o new money al Gobierno por una cifra que podría llegar a los u$s10.000 millones para inversiones en infraestructura, energía y para aumentar las reservas internacionales del Banco Central.

Por lo que pudo saber Infobae, solo las propuestas de UBS y de Deusthe Banck le garantizarán al Gobierno argentino ese doble objetivo y muy lejos estarían las de los bancos Goldman Sachs y el banco ingles HSBC.

Entre estas alternativas se destaca la del Estudio Garrido, asociado a uno de los bancos que se entrevistaron con Kicillof. Entre sus lineamientos principales considera: una reestructuración de la deuda en default con quita a través de un canje por nuevos bonos con vencimientos de largo plazo y con pago al final del vencimiento de los bonos, la posibilidad de que luego del closing o cierre del canje el gobierno argentino acceda a dinero fresco o new money por unos u$s10.000 millones para inversiones en infraestructura, en energía y para aumentar las reservas del BCRA, no hay pago de comisiones del Gobierno ya que son los holdouts los que se encargan del pago a los bancos, no se requiere un pago en efectivo de la Argentina y la propuesta garantiza el final de los juicios y embargos de bonistas y fondos buitre.

Esta semana, la Argentina tendrá con la nueva apelación una nueva oportunidad para que la Corte Suprema de los EEUU trate el caso. Pero de acuerdo a lo que informan los abogados del estudio Cleary Gotlieb Steen and Hamilton, que incorporó al experto Paul Clemence, el plazo para una solución definitiva es entre mayo y octubre de este año. Hay que recordar que el fallo de julio del año pasado de la Cámara de Apelaciones, aprobó la forma de pago propuesta por el juez Thomas Griesa el 23 de octubre de 2012 de los u$s1.500 millones a los holdouts y fondos buitre que no ingresaron al Canje I y al Canje II pero la Argentina tiene la posibilidad que el tiempo para un fallo definitivo en contra o a favor se extienda hasta octubre de este año. El primer fallo ya fue rechazado para su tratamiento por la Corte Suprema pero no hay una sentencia definitiva por ahora.

El Gobierno tratará demostrar que hubo falta de equidad en el pago a los holdouts y fondos buitre si se lo compara con el resto de los bonistas que entraron a los canjes de deuda I y II. La gran duda es si el Gobierno también propondrá la decisión de reabrir el Canje III de la deuda que fue aprobado por una ley del Congreso pero que ahora no ha sido reglamentado desde el ministerio de Economía en particular porque es una propuesta que de acuerdo a la opinión de los principales bancos que han visitado a Kicillof no tiene posibilidades de ser aceptada por los fondos buitre ya que no mejora la propuesta realizada a los bonistas en los anteriores canjes. 

Fuente: Infobae