política monetaria

No hubo emisión récord por la venta de reservas

martes, 14 de enero de 2014

Con semejante expansión monetaria que hubo el año pasado para asistir financieramente al Tesoro, al final tendrían que darle las gracias al sector privado que aumentó la demanda de divisas porque ello compensó, en algo, el potencial impacto inflacionario.

Es que el año pasado, la base monetaria (dinero en poder del público y de los bancos más los depósitos de los bancos en el BCRA) aumentó en $ 69.845 millones a un total de $ 377.197 millones al 30 de diciembre pasado. Incluso fue menor que la de 2012, cuando había crecido unos $ 84.430 millones.

Al analizar los factores que explican el crecimiento de la base monetaria en 2013 resulta insoslayable el protagonismo del sector público. A lo largo del año pasado, el BCRA emitió unos $ 94.082 millones con destino a las arcas del Tesoro nacional. Hasta 2009 el sector público no fue un factor expansivo monetariamente, todo lo contrario, fue un leve nivelador de la fuerte emisión del BCRA por las compras de divisas (la única excepción fue 2008, cuando ambos fueron contractivos por la crisis mundial). Alrededor de un 10% a un 20% fue el aporte del sector público a la menor expansión de la base en esos años. Pero desde 2010 la asistencia financiera al Tesoro resurgió de las cenizas como en los 80 y pasó a representar casi un 50% de la emisión monetaria, para culminar el año pasado equivaliendo a un 135% de ella.

Frente a este panorama, las compras netas de divisas del BCRA, que venían siendo francamente expansivas desde 2003 (con la excepción de 2008) dieron un giro de 180 grados y pasaron a ser netamente contractivas. Las ventas de dólares del BCRA significaron una absorción de pesos de $ 32.331 millones. De modo que la base monetaria terminó con un crecimiento anual del 23% en 2013 debido al efecto de las ventas de reservas, porque si no, hubiera aumentado más de un 33% interanual alimentando aún más las expectativas inflacionarias del sector privado.

Esto por un lado también ayudó a la estrategia del ente monetario porque no debió salir a colocar más deuda, vía Letras y Notas, para absorber los excedentes. Al respecto, vale señalar que el stock de Lebac y Nobac ascendió a casi $ 110.000 millones tras aumentar cerca de un 25% ($ 21.581 millones). Es un dato a tener en cuenta y que es soslayado cuando algunos especulan con el llamado dólar "convertibilidad o cobertura" porque no toman en cuenta esta demanda potencial de divisas del sector privado en caso de que los bancos no renueven las Letras y usen los fondos para afrontar retiros de depósitos.

En menor magnitud, los pases netos de los bancos en el BCRA actuaron como expansivos en $ 10.025 millones (ante la necesidad de mayor liquidez de las entidades) junto con los redescuentos y adelantos en $ 1.081 millones, lo que fue compensado por el efecto contractivo de la venta de títulos públicos por parte del BCRA en $ 4.541 millones.

Al observar el devenir de la base a lo largo de 2013 se ve cómo hasta mediados de año la variación interanual fue superior al 35% promedio. Luego, cuando comenzó a intensificarse la venta de reservas se aminoró la velocidad de expansión, que bajó abruptamente a tasas del 25% promedio. Además, del total emitido de base, el 68% quedó en manos del público y el resto en los bancos en forma de efectivo (un 7%) y como encajes un 25%.

Con relación a la evolución de las reservas internacionales, la caída sumó u$s 12.691 millones, la mayor en la era kirchnerista (la anterior fue en 2011, con u$s 5.814 M y en 2012 con u$s 3.086 M). Esta pérdida se explica por la venta de divisas por u$s 5.310 millones (la mayor desde 2008 con u$s 878 M) y el concepto otros (que incluye valuación del tipo de cambio), que arrojó una caída de $ 9.398 millones (seguramente asociada también al pago de vencimientos de deuda pública). El resto de los rubros tuvieron un saldo positivo de u$s 651 millones por el lado de Organismos internacionales, u$s 1.128 millones por Otras operaciones del sector público y u$s 239 millones por Efectivo mínimo. 

Fuente: Ambito