cepo cambiario

Gobierno busca revertir balance cambiario

lunes, 02 de diciembre de 2013

El Gobierno pidió u$s 2.000 millones de adelanto de liquidaciones a cerealeras para contrarrestar el efecto de la cancelación de deuda en dólares

El ingreso de divisas de la cosecha se vio contrarrestado durante todo el año por la cancelación de créditos en dólares por parte de los exportadores, una estrategia financiera estimulada por el cepo.

Tras una caída de casi u$s 3.500 millones en el stock de prefinanciaciones de exportaciones en los primeros tres trimestres del año, trascendió que el BCRA buscará que las cerealeras adelanten liquidaciones de divisas de la próxima cosecha por u$s 2.000 millones, como una estrategia para contener la caída de reservas. Las tenencias internacionales de la entidad caen u$s 12.000 millones en el año.

El BCRA dio a conocer el viernes el balance cambiario correspondiente al tercer trimestre del año. Entre los datos que resalta el informe, sobresale la caída del 10% interanual en el ingreso de divisas producto de las liquidaciones de exportaciones de cereales y oleaginosas. También los u$s 2.000 millones que se fueron del país por gastos de turistas en el exterior.

El cepo cambiario contuvo el déficit de cuenta financiera a u$s 1.900 millones en el acumulado de los tres primeros trimestres del año, pero la cuenta corriente acumuló un rojo de u$s 6.000 millones en el mismo período, por la caída del superávit comercial y el aumento del déficit en la balanza de servicios. La caída en la liquidación de exportaciones oleaginosas explica la mayor parte de ese cambio. "Dichos ingresos rondaron los u$s 7.600 millones con una caída interanual de 10%, a pesar de que la producción de granos de la campaña 2012/13 registró un nivel récord histórico estimado en 106 millones de toneladas (15% por encima del volumen alcanzado en la campaña previa) y que los precios continuaron registrado niveles históricamente elevados", detalló el BCRA.

La clave detrás de esta diferencia está en la cancelación prefinanciaciones en dólares que los exportadores toman en el exterior, en favor de endeudamiento local en pesos.

"El stock de deuda externa por anticipos y prefinanciaciones de exportaciones del sector se redujo en unos u$s 1.250 millones en el trimestre, y acumula u$s 3.370 millones de caída en los últimos cinco trimestres", abundó el BCRA. El resto de la caída se explica por un deficiente resultado comercial: los pagos de importaciones de bienes en el tercer trimestre alcanzaron los u$s 20.313 millones.

La tercer gran vía de déficit cambiario está en el turismo: hubo pagos por u$s 1.950 millones en el período. Los pagos por turismo representaron el 53% de los egresos de divisas por servicios, mientras que -del otro lado de la balanza- explicaron sólo el 17% de los ingresos por el mismo concepto.

El fin de semana trascendió que el Gobierno puso el foco en las cerealeras como vía para recomponer reservas en el corto plazo. A cambio de una letra a seis meses de plazo, el Gobierno les pidió el adelanto de u$s 2.000 millones de liquidaciones de exportaciones.

Juan Carlos Fábrega no lleva ni siquiera dos semanas completas al frente del Banco Central, pero eso no le ha impedido hacerse notar en el mercado cambiario. A pesar de feriados locales y estadounidenses, hizo saltar la cotización del dólar oficial casi 15 centavos en sólo nueve ruedas, impulsando el mayor avance mensual de la divisa de los últimos cinco años.

El dólar llegó el viernes a $ 6,141, una suba del 3,89% en el mes. Tanto llamó la atención la velocidad que le imprimió Fábrega al deslizamiento del dólar oficial que en el mercado descuentan una nueva era.

La consultora ACM, del economista Andrés Méndez, calculaba el viernes que la velocidad del mayorista en las dos últimas semanas, de mantenerse constante, implicaría una suba del precio de la divisa del 80% anualizada.

Noviembre registró la suba mensual más importante para la divisa desde octubre de 2008, cuando saltó 5,4% en el mes. "En este contexto, mientras esperan que la devaluación siga avanzando, al sojero le conviene retener la cosecha, el importador procura anticipar tantos pagos como pueda y el deudor se apresura a cancelar pasivos externos", analizó el economista Federico Muñoz 

Fuente: El Cronista