políticas de estímulo

El Banco Central de Brasil volcará u$s40.000 millones adicionales para sostener al real

martes, 05 de noviembre de 2013

Calculaba volcar hasta fin de año u$s 60.000 millones en el mercado, pero ya llegó a u$s 73.800 millones. Estiman que alcanzará los u$s 100.000 millones

Durante la semana pasada, cuando el real brasileño marcó su mayor caída semanal desde agosto, las miradas del mercado apuntaron al programa de intervención cambiaria que el Banco Central de Brasil (BCB) lanzó por aquel entonces para sostener a la moneda local luego de su derrumbe a mínimos de cinco años.

El objetivo era frenar la excesiva apreciación del dólar provocada por el cambio esperado en la política monetaria de los Estados Unidos, es decir, por una posible reducción de los estímulos monetarios, algo que finalmente no sucedió, aunque el programa continuó funcionando.

Cuando la moneda se desplomó por debajo del nivel de 2,4457 unidades por dólar el 22 de agosto, su menor cotización desde el 9 de diciembre del 2008, la entidad que preside Alexandre Tombini anunció la inyección de al menos u$s 60.000 millones en el mercado cambiario hasta fin de año.

Pero desde entonces, las colocaciones del BCB en el mercado de cambios alcanzaron los u$s 73.800 millones, incluyendo la venta de instrumentos cambiarios realizados antes del anuncio del programa y no parece tener un límite claro.

De hecho, los resultados de un récord en el déficit fiscal que empuja al gobierno de Dilma Rousseff a recortar gastos y resultados poco optimistas acerca del nivel de producción industrial - ambos datos se dieron a conocer la semana pasada -contribuyeron en apenas cinco días a que el real cayera 3% hasta las 2,2538 unidades por dólar, aunque la moneda todavía se mantiene 7,9% por encima del valor por el que fue puesto en práctica el programa de intervención cambiaria.

En tanto, la entidad monetaria se aproxima a volcar u$s 100.000 millones de dólares en swaps cambiarios tradicionales, que equivalen a la venta de dólares a futuro, una suma que para muchos se presenta como un límite a la oferta de instrumentos cambiarios, ya que representa el 25% de las reservas internacionales.

Este fue el porcentaje de referencia utilizado por el BCB la última vez que implementó un programa similar en 2008, durante la crisis causada por la ruptura de Lehman Brothers.

El argumento a favor de un límite para la venta de swaps cambiarios es que, con ello, el BCB evita pasar de la actual posición activa que tiene en dólares a una posición pasiva, que lo dejaría expuesto a una eventual apreciación cambiaria en el futuro, con repercusiones fiscales negativas.

El temor reside en que actuar en gran medida ahora daría al Banco Central poca munición para actuar más adelante, bajo la premisa de que la demanda de cobertura es infinita.

Sin embargo, para el Gobierno la premisa es diferente: la demanda atendida ahora significa que habrá menos demanda en el futuro, lo que permitiría una transición más ordenada cuando Estados Unidos decida reducir el estímulo monetario,  

Fuente: iProfesional