tarjetas de crédito

Gastos con tarjetas en el exterior caen por primera vez desde 2011

martes, 15 de octubre de 2013

La suba del tipo de cambio oficial obliga a los argentinos a pensar un poco más, ahora, cada gasto con tarjeta de crédito que realizan en el exterior. El uso de los plásticos ya no parece tan atractivo como se percibía hasta mediados de este año, luego de que el Gobierno resolvió acelerar la devaluación oficial y encarecer, entre otras cosas, los consumos por esta vía. El movimiento ya resulta tan disuasivo como lo hubiera sido un aumento del recargo que fija la AFIP (hoy en el 20%). Y sirve par

En septiembre pasado, el sistema financiero percibió la primera caída interanual de los gastos en dólares con tarjeta en los 23 meses de vida que lleva el cepo cambiario. Según las últimas cifras oficiales, el stock promedio de los préstamos en dólares que toman los titulares de tarjetas de crédito para hacer pagos en el exterior cayó u$s 11 millones respecto del mismo mes del año pasado.

La serie no había mostrado caídas en ninguno de los meses que le siguieron a la prohibición oficial de la compra de dólares. Y terminó de profundizar una desaceleración que ya se había percibido en agosto, cuando el crecimiento fue de sólo u$s 5 millones.

El fenómeno es atribuido a varios factores. El más visible: el encarecimiento del llamado "dólar tarjeta", que hizo perder atractivo al uso de los plásticos fuera del país luego de que el tipo de cambio oficial tomara una velocidad del 30% a partir de julio. La cotización (que surge de la suma del dólar minorista y el recargo de la AFIP) pasó de los $ 6,45 hasta los $ 7,008 durante el último trimestre. Si bien parece todavía beneficiosa frente a la opción de convalidar el dólar informal (cerró el viernes a $ 9,72), resulta ya demasiado elevada frente a salarios privados (y formales) que crecieron en torno al 25% anual. Hace exactamente un año, el dólar tarjeta era de sólo $ 5,40 (al tipo de cambio oficial, por entonces de $ 4,69, se le añadía un recargo del 15%).

El segundo factor es el menor poder adquisitivo que los bancos reconocen que ya perciben las familias por efecto de la inflación y la caída en el empleo de algunos sectores de la economía. Los particulares encuentran un límite en sus niveles de endeudamiento que les impide volcarse a la opción de gastar fuera del país por más atractiva que parezca. Algo de esto ya se había percibido esta semana en los datos que reveló el Indec sobre "turismo emisivo", pero hasta agosto: la cantidad de argentinos que viajaron al exterior creció 5,6% a lo largo del año, pero sus consumos cayeron u$s 99 millones entre 2012 y 2013. La balanza turística todavía es altamente deficitaria porque los extranjeros que llegan al país evitan cambiar sus divisas en el mercado cambiario oficial. Y es lo que todavía multiplica las especulaciones en la City sobre una inminente decisión para trabar aún más los consumos en dólares con tarjeta.

El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, se encargó de desmentir públicamente la posibilidad de aumentar el recargo para las tarjetas de crédito cada vez que algún medio la presentó como "en estudio". La medida se consideró prácticamente ineludible ante el fuerte déficit cambiario que el Gobierno todavía no logra resolver. Pero podría ser sustituida por otras alternativas igualmente efectivas después de las elecciones legislativas de octubre. Sea como fuere, la devaluación oficial, ahora del 30% anual, ya parece haber hecho lo suyo. 

Fuente: Ambito