depósitos off-shore

La banca uruguaya sufre un cimbronazo ante la salida y venta de varias entidades

viernes, 04 de octubre de 2013

El negocio de tener oficinas de representación está cambiando. Tras el retiro del RBC, se sumaría el de Crédit Suisse y algún otro lo estaría evaluando

Si en la banca tradicional -que otorga créditos y capta depósitos- Uruguay ha asistido a varios cambios con fusiones y salidas de instituciones, la banca off-shore o private banking -que da servicios de asesoría en inversión y manejo de fondos- no le va en zaga.

El Royal Bank of Canada (RBC) -que operaba desde Zonamerica manejando dinero de argentinos- resolvió retirarse de Uruguay luego de un allanamiento de la Justicia a pedido de su par argentina por una investigación de lavado de activos.

A esa salida de la plaza financiera, le siguen otras, aseguraron fuentes del sector financiero a El País.

Uno de ellos es el Crédit Suisse que anunció que cerrará cuentas con menos de u$s 1 millón de clientes de 50 países, uno de los cuales es Uruguay.

Recientemente se informó que "como en Uruguay" la oficina de representación del banco no maneja muchas cuentas superiores a US$ 1 millón, "en el mercado estiman que la decisión será la de cerrar la filial charrúa".

De hecho, un cliente que tiene fondos manejados por ese banco relató que en la oficina local -ubicada en el World Trade Center- le dijeron que se comunicara con su ejecutivo de cuenta en Suiza para tener más información.

A eso se suma que el banco de inversión estadounidense Raymond James está en proceso de venta de su filial local en Zonamerica a la firma estadounidense de asesoría en manejo de patrimonio BiscayneCapital, indicaron las fuentes.

Ambas empresas lo niegan, pero los informantes indicaron que sobre fin de este año podría concretarse el negocio. Hay otras oficinas de representación de bancos que operan en Uruguay que evalúan desprenderse de la operación, indicaron los informantes.

¿Por qué se van?

Expertos en el mercado financiero entienden que el factor clave es internacional y Uruguay poco puede hacer por retener estas operaciones.

Para el CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, Mariano Sardáns la clave está en que nadie quiere ser el próximo HSBC.

A este banco en Estados Unidos se le "colaron" entre sus clientes latinoamericanos cuentas con dinero del narcotráfico mexicano en 2011. Por no cumplir con los protocolos antilavado, el banco fue multado en US$ 2.000 millones por el regulador estadounidense.

Desde ese momento comenzó a cerrar cuentas de clientes regionales y también decidió vender el año pasado sus operaciones de banca comercial en Perú, Colombia, Uruguay y Paraguay al grupo colombiano GNB Sudameris del banquero Jaime Gilinski.

Según Sardáns para estas instituciones es muy difícil asegurarse la política de "know your client" (conoce tu cliente) y que no le aparezca dinero de narcotráfico en sus cuentas. El socio de CPA/Ferrere, Bruno Gili coincide.

Es que un banco internacional puede "estar asumiendo que mañana tiene un problema reputacional por un mercado como Uruguay".

Para Sardáns esto hará cambiar la banca off-shore en el país ya que para las instituciones que hoy operan será mejor pasar a atender a los clientes mediante asesores uruguayos registrados, cerrar la oficina local y de esa manera no correr el riesgo de reputación por algún problema que surja.

"Es muy probable que se quieran replegar bancos de lugares donde tienen poco" negocio como Uruguay, indicó Gili. "No es un problema con Uruguay sino con la gestión de riesgo global producto de la realidad internacional", agregó. A su juicio, "el gobierno debe ser muy cauto" pero la política pública "tiene poco margen" para evitar esta nueva situación. 

Fuente: iProfesional