reservas internacionales

Id por el mundo y conseguid muchos dólares para la corona

lunes, 29 de julio de 2013

La cuenta de almacenero no cierra. Los dólares que entran, menos los dólares que salen, es decir la balanza de pagos, parece condenada a sumergirse en terreno pantanoso.

Como por cada dólar que ingresa el Gobierno paga $ 5,47, hay pocos dispuestos a (traer y) liquidar los billetes a ese valor. A ello hay que sumarle el cepo: son cada vez menos los valientes que traen dólares para invertir, si no están seguros que pueden sacarlos cuando así lo necesitan (dividendos, etc.). Entonces, resumiendo, el ingreso de dólares por exportaciones es la carta fuerte de Gobierno. En cuanto a la salida de billetes, hay que contar las importaciones, el pago de la deuda, y la cuenta de turismo (pagar los dólares de los consumos de argentinos en el exterior).

La caída de las reservas, el desplome en el precio de la soja, el incremento en los consumos en el exterior de los turistas argentinos, la baja intensidad de entusiasmo que genera el blanqueo de capitales, la vigencia del cepo y la necesidad de poner más dólares para importar energía ha conformado un combo alarmante. Se necesitan dólares. Urgente. En ese tren, el conductor es el supersecretario Guillermo Moreno, pero Axel Kicillof parece dispuesto a pelearle alguna cucarda. La última jugada fue la avanzada del viceministro en el Banco Central.

Por eso Moreno jugó fuerte en los últimos días e intimó a más de un empresario y banquero para que "aporten" dólares en el marco del blanqueo. Incluso los exhortó a endeudarse en el exterior para traer esos dólares y entregárselos al Banco Central. Esta última jugada es la que podría darle un sentido a la normativa que emitió el propio BCRA la última semana, donde las empresas con proyectos de sustitución de importaciones y los exportadores no estarán obligadas a liquidar todas las divisas en el mercado oficial y podrán utilizarlas como garantía de créditos externos. De esta manera, se flexibilizan las condiciones para que las empresas salgan al mundo y puedan, mediante esas garantías, tomar préstamos en dólares a mejores tasas que las que obtendrían sin ese mecanismo que les acaba de dar Marcó del Pont.

En este esquema, YPF podría constituirse en un actor clave. La petrolera estatal necesita de recursos millonarios, que sólo puede obtener en el mercado externo. Ya se trate de bonos o de un préstamo, una vez conseguidos esos dólares, deberían ser liquidados al tipo de cambio oficial del Banco Central. Así, paradójicamente, YPF, que necesita una inyección de fondos para seguir creciendo, podría conseguirle al Gobierno los dólares mediante préstamos.

En lo que va del año, las reservas del Banco Central caen u$s 6.000 millones. Las estimaciones de las consultoras muestran un saldo de u$s 35.000 millones para fin de año. Aquí y allá, los esfuerzos del Gobierno por hacerse de dólares para no naufragar con la restricción externa y las limitaciones autoimpuestas han arrojado un final poco feliz. 

Fuente: El Cronista