Clientes reacios a dejar su dinero

Plazos fijos se volvieron a desacelerar en mayo

martes, 11 de junio de 2013

Clientes minoristas siguen reacios a dejar su dinero, pese a la suba de tasas

El dólar "blue" por encima de los $ 8, la inflación rondando el 25% anual según estimaciones privadas, el aumento de la presión fiscal y la decisión de aplicar un repentino ajuste sobre el dinero que circula tuvieron ya su impacto en el crecimiento de los plazos fijos minoristas, que en otros tiempos nutrían con fuerza la liquidez de los bancos.

Según las cifras del Banco Central, los ahorros a plazo fijo menores al millón de pesos ya registraron en mayo su segundo mes consecutivo de desaceleración en lo que va del año: esta vez, el estancamiento fue más visible, con un avance de apenas el 0,66% entre el primero y el último día del mes (pero ya en abril ese incremento había sido del 0,86%). El fenómeno también se registra en las cajas de ahorro, que terminaron el mes con una caída de $ 1.600 millones.

Los bancos buscaron contrarrestar la reticencia que ya habían percibido en los ahorristas a dejar depositado el dinero a plazo aplicando, para eso, una suba sensible en las tasas de interés con las que premian esa decisión. Esto explicó que, en promedio, el retorno por los plazos fijos a 30 días alcanzara un pico del 15,6% anual; y la llamada Badlar privada (la que surge de una encuesta diaria que hace el Banco Central sobre los ahorros mayoristas) marcó un récord en 16 meses al tocar el 16,81% anual.

El esfuerzo, sin embargo, no alcanzó: tras haber crecido $ 2.000 millones en marzo pasado, los ahorros de los clientes bancarios más pequeños crecieron en $ 750 millones en abril, por debajo de los $ 600 millones en mayo.

Estos dos fenómenos forman parte del ajuste que empezó a aplicar el Gobierno en un esfuerzo por ponerles freno a la inflación y al dólar paralelo, y que ya incluye dos recetas de manual de la ortodoxia tradicional: suba de tasas de interés y absorción monetaria. En las últimas semanas, el encarecimiento del fondeo obligó a los bancos a aumentar el costo de los préstamos a empresas (los adelantos, que son líneas de cortísimo plazo que otorgan para capital de trabajo) y a algunos segmentos de individuos (personales y prendarios, en algunas entidades), y el Banco Central resolvió elevar en 200 puntos básicos el retorno que paga por los títulos de deuda que coloca a las entidades para acelerar el ritmo de esterilización.

El llamado "M2 privado" (el dinero en circulación, más el que está depositado en las cuentas a la vista) crece a un ritmo interanual del 32%. El dato del 31 de mayo, incluso, llegó a ubicarse en el 30,5% anual.

"La macro, a su ritmo, está ajustando. No se crece más a tasas chinas, y el Central solamente emite para financiar al Tesoro. Al sector privado no le sobran dólares ni siquiera con restricciones", comentó días atrás el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica.

En cuanto a la base monetaria, el crecimiento interanual se desaceleró del 34,4% al 28,9% entre abril y mayo. Quedó, así, muy por debajo del que había reflejado en febrero y marzo, del 41,7% y el 37%, respectivamente. A esto se le suma el hecho de que, ante la menor oferta de dólares, el organismo oficial está quedando con muy poco espacio para comprar divisas y, con eso, aumentar la cantidad de pesos en circulación con la facilidad de otros tiempos.

"En un ejemplo de pasividad monetaria, el Banco Central dejó en el último tiempo que la base monetaria respondiera a la merma en la oferta de divisas (menores compras de reservas): mientras que el sector público explicó el 65% de la expansión monetaria, la compra de divisas explicó sólo el 20%", comentó un informe reciente de la consultora Elypsis, del economista Eduardo Levy Yeyati. 

Fuente: Ambito