Zanahorias de la iniciativa

Riesgo para el blanqueo: la tasa de sólo 4% anual

miércoles, 08 de mayo de 2013

Serán claves detalles del proyecto de ley. Se archiva plan de pesificación de ahorros. Zanahorias de la iniciativa

Los anuncios de ayer significan un giro en relación con varios postulados que venía sosteniendo el Gobierno. Tal vez el más evidente es el relacionado con el discurso del desendeudamiento, ya que se emitirán bonos en dólares que rendirán un 4% anual. Además, tras haber prohibido el atesoramiento en dólares y criticar a los argentinos por tener "la idea fija" en el billete verde, se lanza un plan no sólo para que reconozcan haber ahorrado en esa moneda, sino además para inmovilizar los billetes en el BCRA por un extenso período. El certificado de depósito que se podrá aplicar a la compra de inmuebles es, al mismo tiempo, una vuelta atrás en el objetivo de pesificar las operaciones inmobiliarias.

En definitiva, este nuevo blanqueo que intenta el Gobierno procura ayudar a Mercedes Marcó del Pont a la difícil tarea de recomponer el stock de reservas, que ya acumula una caída de casi u$s 4.000 millones en lo que va del año. Ayer, autoridades del equipo económico recordaban que en 2009 entraron por la vía de aquel blanqueo justamente cerca de u$s 4.000 millones. En ese caso fue amplio, ahora el objeto es específico: financiar obras energéticas o destinarlo al sector inmobiliario.

La zanahoria es la posibilidad de manifestar un patrimonio que permanece escondido ante los ojos de la AFIP sin necesidad de efectuar complicadas alquimias contables. Puede servir típicamente para quienes entran en un proyecto para construir un edificio. En ocasiones aparecen inversores con intención de entrar en la obra, pero que no lo hacen por "falta de blanco", es decir, no tienen suficiente dinero declarado para encarar el proyecto.

"El Gobierno podría dar un montón de medidas para financiarse a tasas más bajas que las actuales. Pero para eso debería reformular el INDEC, arreglar con el Club de París, cerrar el juicio de los holdouts y encarar un plan para bajar la inflación. Pero como no lo quieren hacer, inventan el blanqueo", razonaba ayer el tesorero de un banco internacional.

Aunque todavía resta conocer varios detalles de la implementación de este plan, hay algunos puntos que podrían complicarlo de entrada. Éstos son algunos de los principales:

La tasa del 4% anual en dólares puede resultar razonable para el Gobierno, pero luce demasiado baja para el inversor. Con dinero no declarado, de hecho, es posible invertir en un bono con ley local en el exterior, como el Boden 2015, y obtener un rendimiento del 13,5%. Se supone que el título que emita el Central sufrirá una fuerte caída en su precio no bien salga al mercado para equipararse con lo que vale la deuda argentina afuera. Sin embargo, no se puede descartar que algunos acepten comprar el título para blanquear fondos y poder llevar adelante inversiones que de otra manera no podrían efectuar.

Desde que se instauró el cepo cambiario, los argentinos retiraron de los bancos más de u$s 7.000 millones. Como la tasa que pagan los bancos es cercana a 0, el costo de oportunidad de dejar el dinero dentro o fuera del banco es casi inexistente. Sin embargo, no está claro si cualquiera podrá comprar los nuevos bonos emitidos por el BCRA, o si sólo será para los que se muestren dispuestos a blanquear patrimonio. ¿Será el 4% anual una tasa atractiva para atraer parte del dinero que dejó el sistema financiero? Resulta difícil determinarlo.

En cuanto al certificado que emitirá el Banco Central para blanquear dólares que se deseen aplicar a la actividad inmobiliaria, resulta difícil imaginar un boom de inversiones en el sector. Pero quizás ayude marginalmente a salir de la verdadera parálisis que afecta al sector desde el cepo cambiario. El esquema está diseñado para que el dueño del departamento o el terreno acepte ese certificado como si fuera dólares, ya que una vez recibido podrá presentarse ante la entidad bancaria para que le den los billetes. Pero el problema del sector es que las restricciones cambiarias llevaron a los potenciales compradores a escatimar dólares para cerrar las operaciones. No parece sencillo conseguir ahora que pongan los dólares en la mesa, aún cuando sea producto de un blanqueo.

Fuente: Ambito