Flexibilizó normas: a bancos les resultaba difícil colocar líneas al 15%

Giro del BCRA ante menor demanda de préstamos

lunes, 06 de mayo de 2013

El escenario se había empezado a complicar: la caída en la actividad económica, sumada a la incertidumbre para planear inversiones en el mercado local, desaceleró a tal punto la demanda de crédito en estos meses que algunos bancos ni siquiera podían colocar con éxito las generosas líneas productivas que exige prestar el Banco Central, a tasas del 15% anual. Atento a esto, y para evitar incumplimientos, el Gobierno debió flexibilizar este viernes los requisitos que se exigían para el otorgamiento

Sucede que la colocación promedio sobre pymes apenas llega a superar en estos días -a dos meses de que venza el plazo- el 40% del total establecido por el Gobierno. Y esto a pesar de que, para completar el monto, los banqueros ya habían logrado que el organismo de Marcó del Pont les aceptara computar para este semestre los "sobrecumplimientos" que habían alcanzado en el tramo anterior.

El viernes, con una normativa que publicó en su sitio web, el organismo oficial elevó en un 125% el monto máximo de ventas anuales que deben registrar las compañías para ser consideradas "pymes" (de un rango de entre $ 24 y $ 111 millones, según el rubro, a uno de entre $ 54 y $ 250 millones); y redujo del 50% al 25% el porcentaje que los bancos deben colocar obligatoriamente en esta categoría de empresas, según la definición que estaba vigente cuando se puso en marcha esta nueva colocación.

Las entidades tienen plazo hasta el 30 de junio para -al menos- 'acordar' la colocación de los $ 17.000 millones. Pero advierten que el interés de las pymes por endeudarse, aún en pesos y con las mejores condiciones del mercado, se derrumba en estos días a tono con la caída generalizada en la economía real. En un contexto como el actual, la decisión de poner en marcha un proyecto de inversión está reservada sólo a los audaces.

En el Banco Central reconocen algunas dificultades para la colocación a pymes. Pero aclararon ayer a este diario que los cambios introducidos el viernes no alteraron sustancialmente la línea de inversión productiva porque mantuvieron la exigencia de volcar al menos el 50% de los préstamos a las pymes. Este porcentaje es cierto sólo si se considera la nueva categoría de "pyme" dispuesta por el Gobierno. Pero se reduce a apenas el 25% si se toma el parámetro original que regía cuando fue anunciada la línea.

Hubo, con todo, una modificación que efectivamente atenuó la flexibilización: en la nueva normativa, el Central aumentó del 30% al 50% el porcentaje de las exportaciones que deben restarse sobre las ventas anuales para clasificar a las compañías. Eso supone, frente a montos similares, un resultado menor, lo cual aumentaría la posibilidad de que una compañía quede por debajo del límite máximo establecido para clasificar a las pymes.

El grado de cumplimiento de las líneas productivas es por ahora heterogéneo. Mientras algunas grandes entidades con buena inserción en el segmento corporativo muestran pocas dificultades para completar el monto exigido, otras parecen afrontar problemas para conmover a pequeñas empresas que se resisten a tomar deuda en un contexto poco prometedor. Si bien las tasas del 15% anual resultan altamente atractivas con una inflación del 25%, actualmente no hay tantos proyectos de inversión en carpeta, la capacidad de pago de las compañías es algo menor que en el semestre pasado y la demanda que puedan percibir sobre sus productos en los próximos meses aparece ya como un gran enigma difícil de descifrar. Los banqueros ya advertían que, en estas condiciones, habría poco margen para esperar una tercera tanda de estos préstamos forzosos. Pero la flexibilización, ahora, los obliga a cambiar sus estimaciones.

Fuente: Ambito