IGUEN LOS LLAMADOS DISUASIVOS A LAS MESAS DE DINERO DE LOS BANCOS

El Banco Central redobla la presión para quedarse con los dólares del agro

martes, 05 de febrero de 2013

En lo que constituye una estrategia para despejar el mercado cambiario de sus potenciales rivales, el BCRA controla las operaciones y presiona a los bancos

Dicen que la soledad es lo único que se encuentra cuando no se busca nada. Lo que nadie dice es que aquellos que la invocan incluso por métodos poco ortodoxos también tienen altas chances de conseguirla. Tanta soledad en las casas de cambio y mesas de dinero e incluso en el mercado cambiario tuvo ayer una razón: el BCRA quiere todos-todos los dólares que pueda conseguir.

Para ello, el mejor método es el más peregrino: cerciorarse en ser el único comprador y dejar en offside al resto de los potenciales adquirientes.

En un mercado acotado, con apenas u$s 200 millones negociados -algunos señalan que fue incluso más bajo-, el Banco Central pudo sumar unos u$s 45 millones a sus reservas. El resto fue un hábil encastre de oferta y demanda. La entidad controló la oferta y la encastró con la demanda. Exportadores e (impacientes) importadores cambiaron los dólares de mano. De todas formas, el dato saliente es que fue el único comprador en el mercado mayorista. ¿Oportunidad?

La entidad que conduce Marcó del Pont busca con vehemencia sumar reservas. Y en ese juego, desde hace ya dos semanas, presiona a aquellos que puedan entorpecer sus planes. En los bancos se sorprenden, por estos días, ante la efectiva retórica disuasiva de la mesa de dinero de la entidad rectora en sus llamados telefónicos. Aunque también utiliza el chat. Hace ya algunos días que esta situación se repite. Ayer, fue un día con muchos llamados por eso no hubo compras en el mercado mayorista con excepción del Banco Central, comentó a este diario el gerente de un banco privado.

El Central tiene varias complicaciones por atender. Por un lado, el agro, que es el proveedor natural de dólares, no liquida a la espera de un tipo de cambio más ventajoso: sólo en enero, se redujeron un 40% las ventas. Por otro, los bancos siguen demandando dólares para entregarle a los ahorristas que se los llevan, lentamente, de las entidades.

En enero, se fueron u$s 330 millones que estaban depositados en las cuentas a la vista. Los datos oficiales reflejan que el sector privado se llevó u$s 190 millones entre el 31 de diciembre y el 25 de enero pasado; y el sector público, en ese tiempo, otros u$s 95 millones. Y las fuentes del sistema financiero estiman que la salida continúa hasta estos días en los u$s 10 millones diarios.

Hay una más: los turistas que viajan al exterior, por esa razón las restricciones para comprar divisas en el mercado oficial continúan y, en cambio, la demanda se traslada al mercado ilegal, donde el dólar negro rozó los $ 8 si bien ayer cerró en $ 7,72 con una fuerte caída de 20 centavos. El peso en el mercado oficial subió 0,10% a 4,98 por dólar. La brecha cambiaria entre el mercado oficial y el informal supera el 54,94%, situación que preocupa a inversores y analistas.

Misión imposible

El objetivo del BCRA es detener la caída de las reservas que se produce cada vez que debe entregar dólares para los importadores o para aquellos que hacen su retiro de los bancos. Pero en ese afán, las desprolijidades se han colado en forma repetitiva. Por ejemplo, señalan que hay entidades oficiales que colocan ofertas de dólares por u$s 400 millones pero no de menor monto. Es muy difícil que alguien que no sea el Central se lleve toda una orden, y no hay la posibilidad de comprar una parte, sostienen.

Además, sostienen en las mesas de dinero que ya es casi omnipresente el control del BCRA que administra vía chat los permisos para ingresar al mercado de cambios y llevarse los dólares. Todo lo saben en el BCRA incluso cuáles son las empresas que deben liquidar dólares y llaman a los bancos para preguntarles qué pasa con tal cliente que no está vendiendo esas divisas en el mercado mayorista, sostiene un operador. 

Fuente: El Cronista