política monetaria

El Banco Central no hace lo que dice

viernes, 28 de diciembre de 2012

En la última semana la autoridad monetaria dio a conocer los lineamientos de la "Programación 2013: nueva Carta Orgánica y mandato múltiple". Se trata de los criterios y políticas que seguirá el Banco Central a partir de las exigencias que surgen de la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, a comienzos del año.

Recuerda que "en su artículo tercero el banco tiene por finalidad promover, en la medida de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social".

Los datos oficiales de once meses indican que esos postulados estuvieron muy lejos de cumplirse en este 2012 que virtualmente ya terminó.

Y no hay bases concretas para pensar que eso cambie en 2013, salvo expresiones de buenos deseos, como que se concrete una elevada cosecha de soja, se reactive la demanda de productos argentinos por parte de Brasil, no suban las tasas de interés en el mundo e YPF comience a ejecutar su megaplan de inversiones, más un año electoral que impulse el gasto público con financiamiento del Banco Central.

La creación primaria de dinero lejos estuvo de honrar la estabilidad: se expandió a ritmo de casi 40% al año, superando en más de 25 puntos porcentuales el deseo de la población. De ahí la convivencia con un clima de alta inflación.

"La estabilidad del mercado cambiario también resulta relevante para garantizar la estabilidad monetaria (…). Por lo tanto, es necesario que el BCRA emplee los instrumentos regulatorios y operativos a su alcance para acotar los excesos de volatilidad de la paridad cambiaria, reduciendo así la probabilidad de crisis financieras y brindando un horizonte de mayor previsibilidad", agrega entre otros de los postulados para 2013.

Sin embargo, la política cambiaria de 2012 no sólo fue impredecible, sino también muy volátil, como la profundización del cepo cambiario a casi toda las transacciones de los particulares y empresas, con excepción de las vinculadas con el pago de importaciones, luego de pasar por el tamiz de las DJAI.

La tasa de devaluación de los últimos doce meses fue de 13,9%, pero la proyectada a partir del ajuste cambiario del último mes salta a 21,8%, más cercana a los cálculos privados de inflación, aunque por debajo de las expectativas de alza de precios de las familias a un año vista.

Además, el cepo cambiario dio lugar desde comienzos del año al resurgimiento de un mercado paralelo, con una paridad del dólar fuga del orden de $6,73 por unidad, con una brecha de más de 37% con el cambio oficial de 4,91 pesos.

"Las soluciones ortodoxas resultan insatisfactorias. La combinación de apreciación cambiaria nominal y tasas de interés excesivamente altas constituyen una estrategia equivocada que reduce el crecimiento total, disminuye la inversión y (…) promueve la sustitución de trabajo nacional por trabajo importado y deteriora las economías regionales menos competitivas”, fundamenta la letra de Mercedes Marcó del Pont.

Sin embargo, la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Ministerio de Economía, como la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, revelaron, aun con sus incongruencias, que las políticas de "sintonía fina" puestas en marcha desde comienzos del 2012, y profundizadas desde la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, provocaron el freno del crecimiento del PBI, la caída de la inversión bruta interna y la destrucción de empleos privados, no compensados con aumento de la nómina en el sector público.

Tampoco el objetivo de "consolidar la acumulación de reservas, lo que a su vez permitirá continuar con la política de desendeudamiento con tenedores privados y, en particular, respecto a la deuda en moneda extranjera", se ha podido honrar en este 2012 que termina, al punto de que cierra con el nivel más bajo en el quinquenio y la deuda pública no deja de crecer, pese a pagar más de una decena de miles de millones de dólares cada año.

No aparecen fundamentos para que el 2013 resulte diferente

Más aún cuando las últimas medidas adoptadas en materia de regulación financiera tienden a elevar el costo del dinero, e YPF aparece como un activo tomador de recursos, desplazando al sector privado.

Para peor, las dificultades financieras de la Nación –y también de las provincias y municipios– llevaron a recortar subsidios, subir algunas tarifas y aumentar impuestos y tasas, junto con la demora en actualizar el mínimo no imponible de Ganancias y la prohibición de actualizar los balances por inflación, restarán capacidad de consumo y de inversión de las familias y de las empresas, minando así las posibilidades de reactivación de la actividad productiva.

"El objetivo de la política crediticia es profundizar el canal del crédito, aumentando la relación crédito-PBI e incrementando simultáneamente la participación del financiamiento productivo a largo plazo, particularmente el destinado a las PyME", difícilmente pueda ser cumplido. Hoy se demanda más crédito para pagar salarios y financiar a proveedores que para emprendimientos productivos.

La lista podría seguir, pero permítame, estimado lector, cerrar el análisis destacando que tampoco parece cumplido ni cumplible en perspectiva que la "estratégica función que viene desempeñando el BCRA en términos del financiamiento al Tesoro, de acuerdo a lo establecido por la Carta Orgánica y la Ley de Presupuesto Nacional (…), otorga espacio para desplegar una política fiscal coherente con el ciclo económico", porque se perdió la capacidad de ahorro del sector público y también la de crecer y generar empleos productivos. 

Fuente: Infobae