SANTANDER Y BBVA SOSTIENEN SUS GANANCIAS EN PLENA CRISIS

Latinoamérica es la salvación de los bancos españoles

miércoles, 05 de diciembre de 2012

Las entidades financieras españolas sortean los problemas en Europa a partir de las ganancias que les generan sus sucursales de México y Brasil principalmente

Cuando los bancos de España encabezados por Santander y BBVA (junto con una serie de compañías no financieras locales) comenzaron a invertir fuertemente en América latina durante los años noventa, rápidamente se dijo que era una reconquista del Nuevo Mundo por parte de sus originales amos de la colonia.

Casi dos décadas después, el paralelo es aún más sorprendente. Así como lo hicieron las minas de oro y plata del continente hace 400 años, el sector bancario de Latinoamérica brinda una base de sostén y defensa en un momento de mayor inseguridad en España.

El año pasado, Santander y BBVA ganaron más dinero con sus operaciones latinas que en su propio país. Según Credit Suisse, de las ganancias por 7.000 millones de euros proyectadas por Santander para este año, más de 5.000 millones provendrán de América latina. Y Brasil aportará más utilidades que todas sus operaciones europeas juntas, incluyendo al Reino Unido.

Por supuesto que la creciente importancia de la región para ambos bancos se explica en parte por los malos resultados en España. En los últimos años, el peso de sus operaciones latinoamericanas creció en forma abismal.

La expansión de las compañías españolas en la región latina fue el primer paso para convertirse en globales. Ahora pasó a ser su medio de supervivencia, explicó a Financial Times José Antonio Ocampo, profesor de economía de la Universidad de Columbia y ex ministro de finanzas de Colombia.

La mejor evidencia son las enormes emisiones de acciones que hizo Santander en la región desde que comenzó la crisis financiera global, superando lo que para muchos otros posibles emisores eran condiciones de mercado altamente adversas. Santander en 2009 recaudó u$s 7.000 millones cuando introdujo en la Bolsa su negocio brasileño y este año captó otros u$s 4.100 millones en México.

Ambas emisiones fueron vitales para mejorar los ratios de capital del banco en Madrid, en respuesta a la presión de los reguladores locales y europeos.

El mes pasado, BBVA señaló que también analizará lanzar en la Bolsa a Bancomer, su banco mexicano que el año pasado representó la mitad de las ganancias del grupo.

Sin embargo, ese no es un truco al que se puede acudir muy a menudo. Para que América latina siga siendo una cuerda salvavidas de los bancos españoles, debe ofrecer crecimiento sustentable.

Eso significó un cierto retoque de estrategia. Cuando Santander y BBVA comienzan a invertir en la región desde mediados de los años noventa, Santander primero se alzó con bancos fuertes en banca de inversión y adquirió grandes participaciones de capital. BBVA, por el contrario, en forma gradual fue asociándose a bancos locales y comprando inicialmente un reducido porción del capital.

Por lo tanto, es una suerte para ambos bancos que los problemas económicos de España coincidan con una racha de crecimiento en el Nuevo Mundo. Es verdad que en Brasil (donde Santander es más fuerte y BBVA no tiene presencia) el crecimiento ha sido menor últimamente. El PBI subió 7,5% en 2010, pero sólo 2,7% en 2011 y se estima que será de 1,5% este año.

En México (el mayor mercado de la región para BBVA y mucho menos importante para Santander) el crecimiento se mantiene más constante cercano a 4%.

Pero pese la errática expansión de Brasil, su sector bancario representa una promesa similar a la de México. En ambos países, los ingresos subieron fuertemente en los últimos años, lo que permite que los bienes y servicios estén al alcance de decenas de millones de consumidores nuevos. Muchos de ellos no sólo quieren una cuenta bancaria sino también acceso al crédito y productos más sofisticados como los seguros de vida y salud.

Sin embargo, los mercados latinoamericanos no brindan garantías de fácil crecimiento. Pero si se los compara con España y el resto de Europa, sin duda tienen mucho más para ofrecer. 

Fuente: El Cronista