política monetaria

Aunque no admitan inquietud por precios, el Banco Central moderó la emisión

jueves, 22 de noviembre de 2012

La expansión de la base monetaria rondaría los 83.000 millones en el año. Terminará por debajo de las estimaciones privadas. El Gobierno modera el gasto y necesita menos ayuda. Pero nadie se anima a ser muy optimista en la previa electoral

Aunque no admita que esté entre sus prioridades, la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, da señales de preocupación frente al avance de los precios. En el último trimestre, el ritmo de emisión monetaria para financiar al fisco se ralentó y corrigió a la baja las proyecciones de las consultoras privadas. El Ejecutivo prefiere optimizar la recaudación y contener el gasto a arriesgar una escalada inflacionaria.

Hasta hace poco, el estudio Broda calculaba que la expansión de la base monetaria a lo largo de este año llegaría a cerca de $ 94.000 millones, en base al ritmo de emisión que sostenía la entidad conducida por Marcó del Pont. Con datos al 26 de octubre, esa estimación cae a $ 82.500 millones en los doce meses. Empiria Consultores, la consultora del ex BCRA Hernán Lacunza, hizo un recorte algo mayor de su estimación, de $ 100.000 millones a $ 84.000 millones. En el Estudio Bein & Asociados manejan datos similares.

Luego de alcanzar un pico en julio, cuando la entidad rectora inyectó $ 10.000 millones en un sólo mes, en agosto, la base monetaria se expandió $ 5.000 millones. La cifra dio inicio a una seguidilla de números relativamente modestos que cambiaron las perspectivas de los analistas. En septiembre la base monetaria creció algo más de $ 3.000 millones, en octubre $ 4.000 y en noviembre, se estima, cerrará con una expansión de $ 5.000 millones. En diciembre, un mes de alta demanda estacional de pesos, se calcula que el Central volcará entre $ 22.000 y $ 30.000 millones más.

“No sabemos si es que el Banco Central está tratando de poner un freno a los precios o si está tomando carrera para darse margen con el que redoblar el financiamiento al Tesoro en un año electoral”, dijo Marina Dal Poggetto, de Bein & Asociados. “Pero en los últimos meses es clara la tendencia a controlar la nominalidad”, agregó.

Preocupado por una posible alza de los precios por encima del escalón del 24,6% anual actual, calculado por consultora privadas a través del índice que publica el Congreso, el Gobierno decidió cambiar su estrategia de financiamiento en pesos al menos en estos últimos meses del año.

“Han logrado necesitar menos plata, en base a toda una serie de estrategias de recorte del gasto y optimización de la recaudación. En base a retrasar el ajuste del mínimo no imponible de Ganancias, a un ajuste de jubilaciones menor al que establece el cálculo de movilidad, al retaceo de pagos de caja, transferencias a provincias y freno a la obra pública le dieron aire al Central”, explicó Juan Manuel Pazos, del Estudio Broda.

La adecuación del gasto a los ingresos tributarios fue la clave para liberar al Central de parte de su carga de financista del Tesoro. En el primer semestre, la diferencia entre ingresos y gasto fue de 8 puntos porcentuales, mientras que en el primer semestre los primeros crecieron 24% interanual, los segundos lo hicieron a un ritmo del 32%. En lo que va del segundo, ambos conceptos avanzan al 24% interanual. Septiembre fue el mes de mayor desaceleración del gasto: creció 18% para compensar un avance de la recaudación de apenas el 20%.

“Hay que aclarar que la emisión en estos meses es menor, no nula, son cambios en el margen que, de sostenerse en el tiempo, podrían ayudar a contener la dinámica de precios. Una interpretación benévola sería que se dieron cuenta que financiar al Tesoro con emisión tiene un límite, pero es difícil ser optimista antes de un año electoral”, dijo Lacunza.  

Fuente: Lt10digital