reservas

Ahora quedan en el Banco Central 63 de cada 100 dólares aportados por el agro

lunes, 13 de agosto de 2012

En los primeros siete meses del año, y a raíz de las medidas restrictivas implementadas en el mercado cambiario, la fuga de capitales pareciera haber disminuido.

Este fenómeno se produce a costa de generar una creciente demanda insatisfecha de divisas, ya que las medidas restrictivas atacan las consecuencias y no las causas del problema.

El indicador que aquí se presenta, que denota la compra/venta “neta” de divisas por parte del BCRA, marca que el promedio mensual de fuga de capitales se habría contraído un 42% si se compara el promedio mensual de los primeros siete meses de 2012 contra el promedio de igual período del año pasado.

Sin embargo, y a pesar de las restricciones, el indicador refleja este año un pasaje de U$S323 millones positivos en enero a U$S1.724 millones negativos en julio. Asimismo, las Reservas Internacionales del Banco Central se ubicaban en torno a U$S46.638 millones, antes del pago del Boden 2012; esto es un 10% por debajo del monto que promediaron durante los primeros siete meses del año pasado.

El indicador de compra venta “neta” de divisas por parte del BCRA se construye a partir de la diferencia que existe entre los datos de liquidación de divisas por parte de los exportadores e industriales de aceite y cereales de Argentina, versus los datos de compra-venta neta de dólares por parte de la autoridad monetaria.

Como muestra el gráfico adjunto, a lo largo de los primeros siete meses de 2011 se fue incrementando el monto de divisas liquidadas que no eran “absorbidas” por el Central en forma de reservas. De esta forma, el indicador pasó de registrar valores cercanos a cero en el primer trimestre de 2011, reflejando una merma en la fuga de capitales; a valores negativos en torno a U$S2.100 millones mensuales en julio. Con la introducción de los controles cambiarios, que tuvo inicio en octubre de 2011, la “fuga” prácticamente desapareció hacia fines del año pasado.

Así, durante los primeros tres meses de 2012 el indicador marcó que la fuga fue de apenas U$S182 millones mensuales, dato que compara con los U$S388 millones mensuales registrados durante el primer trimestre del año pasado cuando no existían tales controles. Sin embargo, otra vez, el monto de desacumulación de reservas se fue incrementando mes a mes, a pesar de la intensificación en los controles y restricciones.

Así las cosas, el saldo negativo del indicador se ubicó en U$S1.724 millones en julio de este año, un guarismo 18% menor al registrado durante igual mes de 2011.

En suma, si se realiza la comparación de los primeros siete meses de cada año, se tiene que para el acumulado el indicador de fuga de capitales representó U$S4.912 millones, cayendo un 42% respecto del acumulado en igual período del año pasado.

Este resultado es el fruto de una disminución de 6% interanual en el total de divisas liquidadas durante los primeros siete meses de este año, monto que pasó de U$S14.088 a U$S13.264 millones entre 2011 y 2012. Por el lado de las compras netas de divisas por parte del Central, se tiene un incremento del 48% interanual, pasando de U$S5.658 millones en 2011 a U$S8.352 este año.

Es decir, mientras en 2011 el Central compraba sólo 40 dólares de cada 100 dólares liquidados por los exportadores, en lo que va de 2012 el Banco Central está comprando 63 dólares por cada 100 dólares liquidados por los exportadores.

Como se mencionara anteriormente, a pesar de la sustancial disminución en la fuga de divisas, las reservas internacionales parecieran haber encontrado una meseta en torno a los U$S47.000 millones desde principios del corriente año, con un escalón menor luego del pago del Boden 2012. 

Fuente: El patagonico