Finanzas

Tras el incremento de los controles, el BCRA pone el foco en el dólar paralelo

lunes, 14 de mayo de 2012

De a poco, la mayor demanda fue reactivando el mercado negro

Las expectativas que el Banco Central (BCRA) tenía para esta época del año no se están cumpliendo. La lluvia de dólares de los exportadores, lejos de inundar al mercado cambiario con divisas, aparece a cuentagotas, motivo por el cual los montos disponibles para la compra de divisa extranjera del sector privado se restringieron mucho más en la última semana, alimentando así la tendencia alcista del dólar paralelo.

La disyuntiva quedó marcada: el Central deberá demostrar qué le preocupa más, si adquirir la mayor cantidad de dólares o controlar el incremento de precio del blue.

En los últimos días de operaciones, volvieron a recalentarse tanto el blue como el “contado con liqui” volvió a recalentarse. El viernes, el dólar que se negocia en las cuevas subió seis centavos, hasta $5,15, mientras que el que resulta de la venta de bonos en el exterior rondó los 5,68 pesos. Centavo tras centavo, la tendencia alcista se magnifica.

En tanto, el mercado oficial también avanza, aunque de la mano de la autoridad monetaria. Si bien la última compra del BCRA por u$s130 millones evitó la caída de la moneda de los EE.UU., por lo general las adquisiciones anteriores sirvieron para aumentar el precio del dólar. En lo que va del mes, el ente se llevó u$s500 millones.

El aumento del dólar que se negocia entre los grandes inversores hizo que las pizarras se revalorizaran un centavo por semana desde que empezó el mes. El viernes el billete verde finalizó en un promedio de $4,46, sin embargo, algunas pizarras lo ofrecieron a $4,465, dejando abierta la posibilidad de que el dólar llegue a $4,47 en estos días.

Por otro lado, respecto al “cepo cambiario” (como se llamó al incremento de controles para comprar divisas), cabe destacar que si bien los disponibles de compra cedieron bastante, no fueron del todo bloqueados. Todas las fuentes del mercado consultadas por el este diario, tanto de bancos como de casas de cambio, aseguraron que se siguen vendiendo dólares.

Por ejemplo, uno de ellos explicó un caso en el que el importe no llega a satisfacer al cliente y la operación no se efectuó: “Un cliente quiso comprar u$s4.000 y cuando le decís que está habilitado a llevarse sólo u$s500, desiste de la compra”. Esto no quita que el malestar que presenta el ahorrista termina siendo igual al que tendría si no pudiera comprar.

“Las limitaciones son totalmente temporarias, se restringe en función de lo que se haya liquidado de la cosecha de la soja, que para esta época debería ser bastante más”, sostuvo una fuente del mercado que prefirió no ser identificada.

Al respecto de los exportadores recordó que los productores de soja tienen varios motivos para no volcar sus divisas estadounidenses en el mercado local. En primer lugar, explicó, “hace diez años que les va muy bien, no tienen urgencia” de liquidar, además, después con los pesos no pueden volver a comprar dólares. A su vez, les resulta mejor negocio “quedarse con la soja, ya que vale cada vez más” y, por si fuera poco, aunque pudieran comprar dólares, las tasas en el mundo son extremadamente bajas.

En concreto, para estos meses se esperaba una oferta por parte de los exportadores de alrededor de u$s300 millones por día, el triple de que actualmente están liquidando.

Este panorama no promete cambios en el corto plazo, en consecuencia, el inversor que quiera conseguir dólares y no los encuentre en el mercado formal irá a buscarlos en el informal. Por eso una fuente de la plaza porteña indicó que si los controles no se flexibilizan en pocos días el blue podría llegar a 5,50 pesos. No obstante, otro experto en la materia prefirió poner paños fríos: “El público minorista es muy chico, por lo que mientras las empresas puedan comprar, aunque poco, el blue no sentiría una presión tan fuerte. No hay que olvidar que los inspectores de la AFIP desaniman ese tipo de operaciones”.

En cuanto a este otro tipo de control, el viernes al menos no se dieron ni llamados ni “visitas”. Sí volvieron a trabarse los pagos de importaciones de la mano de engorrosos trámites previos a la autorización. 

Fuente: DiarioBAE