HACIA EL 23/10

A 6 días: De la algarabía a la fuga de divisas, y viceversa

martes, 18 de octubre de 2011

¿El lunes 24/10 también habrá fuga de divisas, tal como ocurre todos los días desde que Cristina, próxima a ganar su reelección, fue elegida? A la espera de la respuesta, aqui van algunas consideraciones:

En 6 días, Cristina Fernández logrará obtener su segundo mandato consecutivo y el tercero del kirchnerismo en el poder, impulsada por hasta 55% de los votantes y con hasta 40 puntos de diferencia con el segundo candidato más cercano, si se cumplen los pronósticos de una decena de encuestadoras que, luego de varias semanas de pesado silencio, hicieron repentina reaparición.

Si el resultado esperado por la Casa Rosada se confirma, Cristina Fernández tendrá hasta el 2015 la mayor legitimación que tuvo un Presidente de la Nación desde Juan Domingo Perón en 1973 y, hasta 2013, un Congreso fácil de dominar, en especial, si se usan las armas de seducción adecuadas con senadores y diputados que buscan enriquecerse con rapidez. En ese marco, la reforma constitucional será sólo un trámite menor.

Pero si algo demostró el 47º Coloquio de IDEA fue que la desaparición de las oposiciones dejó expuesta en toda su profundidad las debilidades que tiene Cristina Fernández en su armado político, las distorsiones acumuladas en el supuesto modelo económico y las tensiones crecientes que se observan entre las huestes cristinistas y el peronismo tradicional.

Si bien los empresarios reunidos durante tres días en Mar del Plata habrían saltado de alegría si algún funcionario del gobierno hubiera pisado el hall de entrada del Sheraton, aunque sea por confusión, todos se esforzaron por conocer cuál será la futura cotización del dólar, cómo el Banco Central frenará la fuga de divisas, hasta dónde impactará la recesión del Brasil y la devaluación del real y cómo se estructurará el futuro gabinete.

Mientras que en la encuesta de D'Alessio IROL, con la opinión de 225 participantes, 78% de los entrevistados creen que la situación macro estará mucho mejor o moderadamente mejor, pese a la crisis internacional, los empresarios no dejaban de preguntar sobre las decisiones tomadas por Bruselas para frenar la crisis en Europa, seguían el precio de la soja casi con desesperación y se preguntaban si las contradictorias informaciones económicas de China podían mostrar un proceso recesivo en la mayor economía que hoy impulsa el crecimiento mundial.

La investigación de opinión confirma que los empresarios creen que el crecimiento argentino tiene 3 patas (consumo interno, inflación e impulso internacional) y que el proceso inflacionario horada las ganancias de las empresas, al profundizarse la diferencia entre el aumento de precios y suba de costos.

Que José Ignacio de Mendiguren repitiera hasta el cansancio que es necesario recuperar el crédito barato (obviamente, estatal), que se debe comenzar a discutir el tema inflacionario y que se requiere controlar los aumentos de salarios, él no hizo más que confirmar que detrás de las declaraciones públicas, siempre positivas, las preocupaciones dominan las conversaciones reservadas y en privado.

Pese a que nadie cree que la solución sea una devaluación o que el gobierno esté pensando en una desvalorización del peso pasada las elecciones, la sensación de que el retraso cambiario no puede extenderse sin dañar al sector productivo o impactar sobre la masa laboral, hace temer por un salto brusco de la cotización del peso frente al dólar.

Los empresarios parecen no recordar que, en la historia económica argentina, fueron más los años con peso subvaluado que sobrevaluado, incluso, en procesos de alta inflación, por eso se tenían que realizar, periódicamente, devaluaciones que compensaran las distorsiones monetarias, con su correspondientes redistribución inversa de la riqueza (es decir, el pobre era más pobre y el rico, más rico).

En el escenario cambiario, el tercer problema es la fuga de divisas, no por el impacto que puede tener sobre las reservas del Banco Central, sino porque los empresarios temen que se cierren (o que se encarezcan) las posibilidades de convertir pesos en dólares y enviarlos al exterior. Hoy, entre el mercado formal y el bono contra liquidez mayor a 10%, los niveles son parecidos a los de las décadas del '70 o el '80, pero carísimo para un mundo que tiene las tasas de interés cercanas a 2% anual.

De esta forma, a horas de las elecciones presidenciales, los operadores económicos no tienen ni idea de lo que ocurrirá con la paridad cambiaria, con la inflación, con la fuga de divisas, con la inversión o con el impacto de la crisis internacional a nivel interno. Menos saben quién reemplazará a Amado Boudou en el Ministerio de Economía o si habrá modificaciones en el Banco Central o el Ministerio de Industria. Sin embargo, una encuesta no oficial, confirma que más del 60% de los empresarios presentes votará el próximo domingo 27/10 por Cristina Fernández.

En cada folleto de inversión que circula en los mercados financieros más desarrollados del mundo, una frase debe ser publicada en forma obligatoria, y quienes no lo hacen, comete un delito. "Los resultados pasados no son garantía de rentabilidades futuras", dice la consigna, que en la Argentina, debería ser aplicada, también en forma obligatoria, en los avisos de campaña de Cristina Fernández.

Los operadores económicos, cientos de industriales, miles de comerciantes, decenas de miles de profesionales y millones de trabajadores van a votar el domingo que viene por Cristina Fernández para un nuevo mandato presidencial sin saber qué hará la Presidente de la Nación con la Argentina, entre 2011 y 2015.

Con los pergaminos de logros pasados, Cristina Fernández no habla de paridad cambiaria, ni de inflación, ni de fuga de divisas, ni de inversión, ni del impacto de la crisis internacional. No se conocen políticas, ni medidas, ni instrumentos que se usarán con el fin de enfrentar los desafíos de una Argentina y de un mundo que es muy diferente al 2003 y al 2007.

Nadie puede decir a ciencia cierta quién será el reemplazante de Amado Boudou en el ministerio de Economía, si está asegurada la continuidad de Debora Giorgi en Industria o si Mercedes Marcó del Pont alguna vez será confirmada en su cargo en el Banco Central. El gabinete no importa en un proceso que tiene en Cristina Fernández su alfa y omega.

Desde 2004, los presupuestos son papeles sin sentido, que se presentan por obligación, se aprueban por costumbre y no se cumplen. Recién cuando se conoce la Cuenta de Inversión sabemos qué se recaudó y en qué se gastó. Pero esas sutilezas no se notan en las urnas.

Ya se ha dicho: el gran triunfo del gobierno fue sacar a los candidatos de la oposición de la discusión económica, hacia donde Ella podía mostrar logros. Por ejemplo, no habló de economía futura y, cuando se habló (como con las crecientes importaciones de energía, la falta de petróleo y gas o la debilidad del sector eléctrico), el relato oficial se impuso con anuncios vacíos de contenido que tuvieron a los empresarios como cómplices mayores de las profundas medias verdades que se presentaban.

En el mundo desarrollado, el establishment es un poder que acompaña o condiciona a los gobiernos. Pero en el caso argentino, es parte necesaria para la configuración de un relato lleno de falacias, que crea una imagen de un gobierno que no existe, pero que llama a ser votado.

De esta forma, a una semana de las elecciones, no importan las verdades del pasado o los problemas del futuro, no tienen validez los resultados ni las proyecciones, son sólo las impresiones que se venden a través del marketing político las que se imponen y son creídas por la opinión pública. El sentido crítico, ante al gobierno de Cristina Fernández, es una especie en vías de desvanecimiento.

En el 47º Coloquio de IDEA también hizo notable las diferencias entre el cristinismo vs. el peronismo:

> Jorge Capitanich y Maurice Closs, gobernadores de Chaco y Misiones, faltaron, pese a que habían confirmado su presencia;

> Daniel Scioli y Juan Manuel Urtubey, no tuvieron temor en subir al escenario o de hablar en los pasillos con los empresarios.

La presencia del duhaldista Carlos Brown o del gastronómico Luis Barrionuevo también confirman el mensaje que emitieron los gobernadores peronistas: el cristinismo puede castigar a IDEA o poner “en capilla” a los empresarios, pero el PJ no va cortar nunca lazos con el establishment, incluso, cuando gran parte del establishment está ausente.

Después del domingo 23/10 viene el lunes 24/10. Con poder renovado y legitimidad exacerbada, Cristina Fernández podrá lanzar una profunda reforma constitucional que busque asegurar la continuidad del kirchnerismo en el poder. Sin embargo, los problemas seguirán estando, las dudas serán las mismas y las faltas de respuestas no podrán extenderse eternamente.

La economía fue la gran aliada de la elección de Cristina Fernández en 2007, la economía y la estrategia autodestructiva de las fuerzas que conforman la oposición permitirán que Cristina Fernández sea reelecta.

En 2007 había una incipiente inflación, en 2011 la inflación de dos dígitos se ha consolidado.

En 2007, la falta de inversión era incipiente, en 2011 es un problema.

En 2007, el retraso cambiario no era importante, en 2011 afecta a muchos sectores industriales.

En 2007 la creación de puestos de trabajo era un puntal del modelo, en 2011 hay temor a la destrucción.

En 2007 la fuga de divisas era un fenómeno naciente, en 2011, el drenaje de divisas obliga al Banco Central a usar todos los instrumentos que tiene a mano para intentar contenerla.

El rey está vestido con sus mejores telas hasta que se dan cuenta que, en realidad, está desnudo. Entonces, no hay forma de volverlo a vestir.

En una semana, Cristina Fernández será reelecta. La realidad volverá a golpear a la puerta de Balcarce 70 el lunes 24/10, y la economía, ya no será más la aliada, el peronismo comenzará a pisar la vereda de enfrente y el kirchnerismo mostrará sus feroces internas. Nacerá otra realidad.

Fuente: Urgente 24