Mercado financiero / Cambios en la política del Banco Central

Aumentan las tasas para las empresas

lunes, 17 de octubre de 2011

En las últimas semanas el costo de financiarse para las pymes subió entre 6 y 8 puntos; temen que impacte en la cadena de pagos

Las tesorerías empresarias y corporativas vuelven a estar bajo estrés. ¿La causa? El repentino aumento de entre 6 y 8 puntos que mostraron las tasas de interés que los bancos les cobran por las líneas de financiamiento operativo (descubiertos o negociación de documentos) y el incremento similar que sufrieron en la quita quienes negocian el descuento de cheques en la Bolsa porteña en las últimas semanas.

El cimbronazo es importante porque llega después de disfrutar un largo período en el que el costo del dinero operativo tenía un impacto apenas marginal en las cuentas de las grandes empresas y menor en las pequeñas o medianas (pymes), lo que estimulaba la actividad y mantenía aceitada la cadena de pagos.

Pero la situación ha variado aceleradamente en las últimas jornadas: las tasas en el mercado local llevan dos semanas ajustando al alza a razón de 3 puntos porcentuales.

Esto quiere decir que lo que a mediados de septiembre se pagaba 10% ahora, y en el mejor de los casos, cuesta 16% nominal anual en la base de la pirámide. De allí, en la medida en que la calificación crediticia de la firma por financiarse decrece, el incremento en los ajustes se potencia. Pero, además, en las últimas horas se notó que algunos bancos comenzaron a reducir los montos acordados para descubiertos, es decir que ya no sólo ajustan por precio, sino que también comienzan a hacerlo por cantidad, que es la situación que más temen los empresarios pyme.

El fenómeno es consecuencia directa de los síntomas de iliquidez que comienza a mostrar la plaza financiera local, básicamente por dos razones:

l El desembolso de créditos bancarios en pesos crece desde hace meses a un ritmo entre 3 y 4 veces mayor que la captación de depósitos, mellando el abultado colchón de disponibilidad de fondos con que venían contando los bancos.

l La política monetaria del BCRA, que, forzada a combatir la dolarización, ha dejado de ser expansiva para pasar a ser contractiva, dado que los medios de pago, que se expandían al 3% mensual (40% anual) a mayo, decrecen ahora a razón del 1% (crecen al 7%, es decir, a un ritmo inferior incluso al de la subestimada inflación oficial). Esto hace que, en los hechos, haya menos pesos disponibles en la economía.

RETIRO DE DEPÓSITOS

Pero, además, fue agravado en las últimas semanas por la intempestiva decisión de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) de retirar depósitos de los bancos, en un intento porque ellos se lancen mucho más agresivamente a captar depósitos de empresas e individuos. El objetivo final: que éstos no engrosen la fila de los que a diario compran dólares, temerosos de una devaluación.

Guillermo Campanini, vicepresidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), tiene constancia del ajuste en su rol de director de Finanzas de Telefé. No porque su empresa esté entre las demandantes de fondos (suele estar del lado de los oferentes), sino porque se lo han comentado algunos de sus proveedores que acceden a líneas bancarias con su aval. "La suba de tasas fue de entre 6 y 8 puntos en las últimas semanas", comenta.

No debe sentirse solo. Es un fenómeno generalizado. "En el último tiempo el interés de la línea a tasa variable escaló un 20% y eso se traslada a todos los costos. No es que impida seguir con el negocio, pero te pone obstáculos", testimonia Gabo Nazar, dueño de la cadena de indumentaria informal Cardón.

"En nuestro caso, el aumento fue de 5 a 6 puntos en cuestión de días y nos obliga a ser mucho más prudentes con los pagos y los gastos", admitieron en una pyme del sector alimentario. "Como era una situación que veíamos venir, nos habíamos cubierto tomando hace algunos meses líneas más estables de largo plazo. Eso nos da un colchón para manejarnos, en caso de que sea un fenómeno coyuntural, como esperamos. Pero reconozco que la magnitud de la suba no sólo sorprende, sino que obliga a revisar cuentas", dijo el gerente financiero de esa compañía.

En los bancos admiten el ajuste y lo califican de inevitable. "La instrucción fue un ajuste de entre 300 y 400 puntos básicos en los últimos días como base para cada área de negocios. En los que se consideran más riesgosos eso implica que el aumento final al tomador seguramente fue mayor", reconocieron confidencialmente en una entidad privada líder.

La otra caja de resonancia del fenómeno es la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, mercado en el que las pymes negocian unos $ 130 millones por mes en cheques, en la mayoría de los casos por períodos que van de 90 a 180 días, en consonancia con los plazos que se manejan en la cadena comercial. Las estadísticas del Departamento Pymes de esa entidad dan cuenta de que el costo de transformar un cheque diferido en efectivo subió del 20 al 50% en los últimos tres meses, según se vaya de plazos más cortos (hasta 60 días) a más largos (1 año). Por ejemplo, mientras en junio descontar un cheque a vencer en dos meses costaba 10% anual y en septiembre había subido al 12,7%, en la primera semana de octubre ya se pagó 15,7%. Pero en los negocios pactados el último viernes el descuento subió a entre 17 y 18 por ciento.

PERÍODO DE TRANSICIÓN

Para Federico Bünsow, consultor y director académico de la Universidad del Salvador, el fenómeno es preocupante porque multiplica efectos en el resto de los segmentos de negocios.

Con todo, es optimista. "Creo que estamos cerca del pico de tasas y que luego el mercado tenderá a estabilizarse a un nivel menor; aunque conviene tener presente que será una tasa claramente superior a las que regían hasta hace un mes o un mes y medio. El lado bueno es que estimo que, pasado este momento, las tasas seguirán siendo negativas en términos reales a nivel mayorista y para empresas de primera línea", alerta.

Para los analistas del Banco Ciudad, la situación deriva del período de transición que atraviesa el sistema financiero como consecuencia de la dolarización y la sostenida fuga de capitales.

"Lo esperable es que tiendan a converger las tasas de crecimiento de los depósitos (fondeo) y del crédito. Los primeros deberían recuperarse, impulsados por las menores expectativas de devaluación a corto plazo y la suba en las tasas de interés. Pero mientras tanto los bancos se verían obligados a moderar el explosivo crecimiento del crédito, ya sea racionando la oferta y/o la demanda, vía mayores tasas de interés cobradas por sus préstamos. Esto ya comenzó a observarse incluso en las líneas crediticias a corto plazo, por lo que el nuevo «equilibrio» del sistema implicaría una desaceleración del crédito y tasas de interés un escalón arriba de las vigentes en el primer semestre, con la consiguiente ralentización de la actividad", concluyen en su último informe semanal. 

Fuente: La Nación