Pasó de 12,5 a 12% anual

Brasil bajó la tasa de referencia y provocó un debate interno

viernes, 02 de septiembre de 2011

Los empresarios apoyaron la medida, pero hay dudas en el sector financiero

 RIO DE JANEIRO.- Para hacer frente a la desaceleración de su economía y a la sobrevaluación del real, el Banco Central de Brasil anunció anteanoche un sorpresivo recorte en su tasa de interés de referencia, lo que ayer generó apoyo entre los empresarios pero también temores de los analistas por los efectos inflacionarios que la medida puede ocasionar.

Pese a todos los pronósticos, el Comité de Política Monetaria del Banco Central decidió reducir en medio punto porcentual su tasa de referencia (Selic) del 12,5 al 12% anual. Ya la presidenta Dilma Rousseff y su ministro de Economía, Guido Mantega, habían apuntado el lunes que estaban dadas las condiciones para bajar las tasas, tras anunciar un aumento de unos US$ 6300 millones a la meta de ahorro público de 73.000 millones -que se suma al ajuste de 30.000 millones impuesto al iniciar su gobierno-, y resaltar que, debido a la crisis económica mundial, Brasil crecerá este año en torno del 3,7%, muy por debajo del 7,5% del año pasado.

Mientras desde la prensa se criticaba ayer con dureza la "intervención política" que llevaría a una pérdida de independencia del Banco Central, la Bolsa de San Pablo reaccionó con una suba del 3% y el real se depreció un 1,53% frente al dólar, que cerró a 1,617 por unidad. "El Banco Central priorizó la sustentación de la actividad económica en un momento de menor ímpetu de la inflación", señaló la Confederación Nacional de la Industria en un comunicado, en el que aplaudió la medida, que debería ayudar a reactivar la industria.

Con una inflación actual en torno al 6,5% -dos puntos porcentuales por encima de la meta fijada por las autoridades- la apuesta del Banco Central es que la desaceleración global ayude a reducir los precios. Y en tanto el gobierno se ajuste el cinturón con sus gastos, la baja de la tasa permitiría que el país mantenga un crecimiento significativo.

"Es una apuesta muy arriesgada", comentó el economista Juan Jensen, de la consultora Tendencias, de San Pablo. "La inflación aún no está controlada y el escenario para 2012 sigue muy complicado. Además, al cambiar sorpresivamente la política monetaria por las presiones del gobierno se generará una mayor incertidumbre. La inestabilidad no favorecerá la inversión privada y empeora la percepción de riesgo de Brasil desde el exterior", opinó.

Sin embargo, otros analistas apoyaron la medida aunque cuestionaron el timing. "El mercado tuvo una reacción negativa, pero esto demuestra que están preocupados por el bajo ritmo de crecimiento y se quieren anticipar a que se profundice la crisis. Creo que es una jugada interesante, pero tal vez hubieran debido esperar un poco más para ver si la actividad económica sigue cayendo y la inflación se mantiene bajo control", destacó por su parte Miguel José Ribeiro de Oliveira, vicepresidente de la Asociación Nacional de Ejecutivos de Finanzas.

Fuente: La Nación