La policía investiga

Denunciaron en Rosario una nueva forma de estafa en cajeros automáticos

lunes, 01 de agosto de 2011

Un joven dijo que cuando intentaba retirar dinero de un aparato de calle San Lorenzo le quedó retenida la tarjeta, le dio su clave a un servicio técnico indicado en una calcomanía pegada arriba de la pantalla y ahora le faltan $2.000. Hizo la denuncia policial y ahora se investiga.

Una nueva modalidad de estafa se conoció ayer en la ciudad, luego que un muchacho de 24 años intentara retirar dinero de un cajero automático ubicado en la zona céntrica pero no logró hacer la operación porque la tarjeta le quedó retenida. Por eso llamó al servicio técnico –indicado en una calcomanía pegada arriba de la pantalla del cajero– y tras ser atendido con formalidad brindó telefónicamente sus datos personales, entre ellos su número de PIN. Según denunció más tarde, luego de escuchar que su tarjeta quedaría inhabilitada y que debía presentarse el lunes por la mañana en el banco emisor de la tarjeta, el joven se retiró. Pero la sorpresa llegó cuando comprobó, mediante el servicio Home Banking, que le faltaban 2.000 pesos de la cuenta.

“Es una modalidad absolutamente nueva”, dijo un vocero de la seccional 3ª, que investiga la denuncia presentada en la mañana de ayer por la víctima, de 24 años.

“Pensamos que se trata de una suerte de dispositivo que se coloca en el cajero y que retiene la tarjeta y con la colocación de un número de teléfono para resolver eventuales problemas, la maniobra sale redonda”, apuntó un vocero.

La clave está en ese número pegado arriba del cajero, ya que resultó ser un falso servicio técnico. “Después todo pasa por la desesperación de la gente que cree que se queda sin la tarjeta y en la habilidad de la persona que está del otro lado del teléfono, que en este caso terminó obteniendo el número del PIN con el que la víctima efectúa extracciones de dinero”, dijo el investigador.

De acuerdo con la denuncia presentada por Demis, de 24 años, a las 6 de ayer ingresó a uno de los dos cajeros del banco Macro ubicados en calle San Lorenzo, entre Corrientes y Entre Ríos.

El joven dijo que no pudo retirar dinero porque apenas colocó la tarjeta le quedó retenida y la pantalla le indicó que el código de barra no era válido.

Por eso se comunicó desde su celular a un número de Buenos Aires que estaba en una calcomanía pegada arriba del cajero, con la leyenda “servicio técnico”. Y la formalidad con la que fue atendido no le despertó sospechas.

Según relató Gustavo, padre del joven estafado, la persona que atendía el supuesto servicio técnico le preguntó datos generales, como DNI, domicilio, en qué cajero había quedado la tarjeta. Luego de varias consultas llegó hasta el número de PIN, que el joven brindó sin vacilar. Luego abandonó el cajero, con la tarjeta adentro, y recién un par de horas después sospechó de lo ocurrido e ingresó por internet al servicio Home Banking del banco Macro. Allí constató el faltante de 2.000 pesos e hizo la denuncia.

SÓLO PARA CONFIADOS

Con menos confianza que en el primer llamado, el muchacho volvió a comunicarse con el celular del presunto servicio técnico para increpar a quien estaba del otro lado.

Sorprendentemente, el llamado fue atendido por la misma cálida voz que lo saludó más temprano con la misma frase: “Servicio técnico de red Macro, buenos días”.

Con algunos insultos de por medio, el pibe le reclamó el faltante de dinero pero, con la parsimonia que caracteriza a quienes atienden este tipo de servicios, le dijeron que se tranquilizara y luego le explicaron que “en las próximas 72 horas” el banco se haría cargo de reintegrarle el dinero a su cuenta. Algo que el joven cree no sucederá, pero no por ello dejará de ir mañana a las 10 a la sucursal emisora de la tarjeta.

La denuncia fue radicada algunas horas después en la seccional 3ª, que de forma inmediata tomó medidas de seguridad en la zona céntrica. “Revisamos uno a uno los cajeros de la jurisdicción pero no encontramos ningún sticker como el que mencionó la víctima”, dijo un vocero de la comisaría.

“Hasta nosotros estamos sorprendidos por la modalidad”, reconoció un uniformado, que además aseguró que se trata de un nuevo ardid al que comparó con el llamado pescador, una forma de engaño similar que consiste en aplicar un dispositivo en la boca del cajero que entrega los billetes y que no permite que salgan.

“Quizás se trate de un dispositivo similar que retiene la tarjeta y en ese caso, tendría que haber alguien de campana en la puerta del cajero para ingresar por la tarjeta una vez que se retira la víctima”, sostuvo el uniformado, quien además recalcó tomar precauciones básicas como nunca dar a conocer el número PIN, y ante cualquier inconveniente llamar al 911.

Fuente: notiexpress