El Banco Central de Brasil, en estado de alerta por subas en el precio de los alimentos

viernes, 15 de abril de 2011

La persistencia de la inflación de los alimentos colocó al Banco Central (BC) de Brasil en alerta. El escenario de presión de la demanda, stocks mundiales reducidos y dudas en el mercado internacional hicieron que la institución creara un grupo especial para seguir de cerca la variación de los precios de las commodities y de los alimentos básicos.
El presidente del BC, Alexandre Tombini, movilizó, el jueves de la semana pasada, un grupo de especialistas del gobierno para profundizar el debate y evaluar las tendencias de inflación de los alimentos, según pudo saber Valor. En la sede del BC, recibió al ministro de Agricultura, Wagner Rossi, y su equipo para discutir los fundamentos de ese fenómeno. Además, viene manteniendo conversaciones con técnicos de los ministerios de Hacienda y Desarrollo Agrario, responsable por la agricultura familiar.
En la reunión se evaluó que hay una ?fuerte presión de demanda? sin la debida respuesta inmediata de la elevación de la oferta de alimentos. Los precios deben ceder en mayo, coincidieron los participantes de ese encuentro, pero la tendencia es que vuelvan con fuerza en el segundo semestre del año, a partir de agosto o septiembre.
Lo que más asustó al BC -responsable por el cumplimiento de la meta de inflación- fue constatar que hay una suba diseminada de los precios de los alimentos. Varios productos agropecuarios subieron al mismo tiempo, con impacto sustancial en el índice de inflación, considerando que ese grupo compone el 22% del Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA). En el radar del BC están el seguimiento de commodities, como soja, maíz, café y algodón, además de productos básicos, como arroz, feijao (poroto negro) y de horticultura.
Durante el encuentro, el primero de una serie programada, el grupo analizó que la demanda sigue en alza, la oferta llegó al ?techo? y un equilibrio entre ambas partes debe demorar. Además, los stocks son reducidos en todo el mundo. Por eso, el retroceso de los precios a mediano plazo no será sustancial. Las cotizaciones deben ceder, pero volverán a subir en seguida.
La ?señal roja? se prendió, según las evaluaciones, porque los precios están en alza desde 2010 y la esperanza de que retrocedieran en febrero no se cumplió. Productos como maíz, café, soja y algodón tienen precios superiores al promedio histórico. El trigo subió menos, pero también se encareció bastante, y la producción interna será insuficiente en este invierno. En el caso del arroz, incluso con cotizaciones en baja, la tendencia es de carestía en el segundo semestre. El feijao continúa muy inestable, volátil, dependiendo del impacto de las lluvias en los campos de cultivo. En 2010, fue claro porque las lluvias perjudicaron el flujo de las tres cosechas.
El sector de horticultura también sufrió con las lluvias. Las principales regiones productoras sufrieron pérdidas sensibles. Curitiba, San , Belo Horizonte, la región serrana de Rio y Santa Catarina tuvieron precipitaciones por encima del promedio, lo que redujo la oferta y encareció la producción.
En relación al etanol, cuya cotización disparó en los ingenios y al consumidor, la tendencia es que retroceda de forma inmediata. Pero el problema volverá a presentarse cuando llegue la entre cosecha, en noviembre o diciembre. Los precios internacionales están en picos históricos, empujados por la demanda, mientras la oferta no acompañó. La situación es delicada por las dudas en el mercado externo, como por ejemplo, el tamaño y el destino de la cosecha de maíz en Estados Unidos.
Los estadounidenses volcarán la cosecha en la producción de etanol. Además, China pasó a ser un gran importador de maíz y Brasil es uno de los pocos países que puede atender esa demanda. La presión sobre las cotizaciones del grano impacta los precios de la carne, en especial de pollos y porcinos, alimentados con maíz. Otra duda es la alteración en el flujo de inversiones de los ?hedge funds?, que aumentaron las aplicaciones en commodities.
Hay una ?irrigación especulativa? que aumenta los precios. La guerra en Libia presiona las cotizaciones del petróleo. No menos importante es el desastre nuclear en Japón, que contaminó aguas y campos de cultivo. Eso puede elevar la demanda externa de arroz, amenazando la importación de Argentina y Uruguay a precios bajos.
El mundo está consumiendo cada vez más alimentos y, por eso, los precios de las commodities se ubicaron en un nuevo nivel y no volverán al anterior, concluyeron en la reunión del BC. De la misma forma la producción brasileña de granos, fibras y cereales debe permanecer por encima de los 150 millones de toneladas. Una solución sería un ?shock de crédito? para incentivar más la producción interna.
La venta de stocks públicos y la desgravación de importación de maíz y trigo pueden ser otras alternativas. Además, se pueden formar stocks públicos en regiones con más consumo, como el nordeste, y abaratar el capital de giro para los stocks privados, e industrializar la producción a través de cooperativas de agricultura familiar.

Fuente: El Cronista