Financiamiento

Toman 160 millones de pesos de la Lotería

viernes, 18 de marzo de 2011

Ya emitieron letras por $ 20.000 millones

El Gobierno le colocó una nueva Letra del Tesoro (un bono de deuda) a la Lotería Nacional para obtener otros 160 millones de pesos y financiar sus gastos en el contexto de un proceso de endeudamiento con organismos públicos superavitarios en el que, sólo en el transcurso de 2010, ya hizo transferencias por casi 20.000 millones de pesos.

Así lo estableció la resolución conjunta 61 y 18 de las secretarías de Hacienda y de Finanzas, publicada ayer en el Boletín Oficial.

Esta letra lleva como fecha de emisión el 11 de marzo pasado, a un plazo de 364 días.

Lotería Nacional cobrará intereses por su préstamo al Tesoro cada seis meses, los que serán pagaderos semestralmente el 9 de septiembre de 2011 y el 9 de marzo de 2012, y se calcularán sobre la base de los días efectivamente transcurridos y un año de 365 días.

La tasa de interés será la nominal anual de corte de la licitación de Letras del Banco Central (Lebac) a un plazo similar a un semestre en la fecha previa más cercana al inicio de cada período de interés que, a valores actuales, se ubica levemente debajo del 11% nominal anual.

La amortización del título será íntegra al vencimiento, aunque el emisor podrá cancelar en forma anticipada la Letra del Tesoro a partir del 9 de septiembre de 2011, de acuerdo con la resolución.

En el transcurso de 2010, el Gobierno recurrió al endeudamiento con diferentes organismos del Estado, en la reiteración de una práctica de los últimos años ante la dificultad de acceder al mercado de capitales a tasas razonables.

Así, antes de que finalice el primer trimestre, ya se emitieron cinco letras del Tesoro suscriptas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Previsional Argentino (SIPA) por casi 2050 millones de dólares. También se aprobaron dos préstamos del Banco Nación por $ 9.996.500.000 y se le vendió una letra al Fondo Fiduciario de Reconstrucción de Empresas, por $ 772 millones.


 

Fuente: La Nación