DESDE HOY INTERVENDRÁ EN EL MERCADO DE MONEDAS PARA PONER FRENO A LA DRAMÁTICA SUBA DEL YEN

El G-7 salió al rescate de Japón

viernes, 18 de marzo de 2011

Anoche a última hora, Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y el Banco Central Europeo sorprendieron a los que apostaban ayer a apenas una retórica solidaria?al anunciar una intervención coordinada para frenar la apreciación del yen. La moneda japonesa se debilitaba hasta los 81 yenes por dólar. Esta semana había quebrado la barrera psicológica de los 80 yenes

Se viene el rescate. Cuando pocos esperaban una decisión de esta contundencia, los ministros de Finanzas del G7 anunciaron que intervendrán hoy de forma coordinada en los mercados de divisas para respaldar a la economía japonesa, según un comunicado divulgado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. Tras mantener conversaciones de emergencia a raíz del devastador terremoto en Japón, los funcionarios del G7 señalaron que EE.UU., Gran Bretaña, Canadá y el Banco Central Europeo se unirán a Japón en una ?intervención coordinada? para frenar la apreciación del yen.

El anuncio realizado cuando abría el mercado bursátil japonés, tuvo un impacto directo en la apertura de los negocios, cuyos precios trepaban en promedio un 2,5% medidos por el índice Nikkei. A la vez, el anuncio servía para debilitar la moneda japonesa y llevarla, en apenas algunos minutos, de los 79 yenes por dólar a los que había cerrado la jornada previa hasta los 81 yenes por dólar.

La decisión del G7 llega después de que el yen alcanzara una cotización histórica intradiaria frente al dólar desde el fin de la II Guerra Mundial a la espera de que Japón tuviera que utilizar grandes cantidades de fondos para financiar la reconstrucción tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo y la posterior crisis nuclear. En este sentido, incluso en las últimas horas se había planteado la polémica en torno a que un posible exceso de demanda de yenes para reconstruir los daños ocasionados en la infraestructura de Japón podían llegar a impulsar el costo del dinero tasa de interés ya que tanto el gobierno japonés, como las compañías y las familias necesitarán hacerse de recursos.

Los representantes del G7 destacaron que el exceso de volatilidad y los movimientos desordenados en los tipos de cambio tienen repercusiones adversas para la estabilidad económica y financiera. Además, se comprometieron a vigilar de cerca los mercados cambiarios y cooperar según lo exijan las circunstancias.

El escenario monetario en Japón se había transformado en una amenaza cuando, una vez ocurrido el terremoto y el tsunami, empresas y familias afectadas por los movimientos sísmicos comenzaron a repatriar ahorros y recursos y a demandar yenes para utilizarlos en las primeras tareas de reconstrucción. A ello se sumaba que la apreciación de la moneda era claramente identificada por el gobierno japonés como un factor no deseado ya que se trata de una economía con un perfil mayoritariamente exportador que depende en buena medida de la competitividad que logren sus productos y de la penetración en mercados del exterior.

El yen había sido también objeto de compras desde el terremoto de la semana pasada, ya que los ahorristas e inversores japoneses e internacionales cerraron las posiciones largas en activos de riesgo de alto rendimiento, como el dólar australiano, financiados por préstamos baratos en la moneda japonesa. 

El ministro de Finanzas de Japón, Yoshihiko Noda, atribuyó a los especuladores el alza del yen y dijo que estaba observando de cerca a los mercados, una advertencia de que las autoridades podrían comprar dólares muy pronto. El repunte del dólar había sido impulsado parcialmente por los importadores japoneses y algunos operadores minoristas.
 

Fuente: El Cronista