El clima financiero / Impacto sobre la plaza cambiaria

La salida de capitales da un empuje extra al avance del dólar

viernes, 25 de febrero de 2011

Nuevos máximos para el minorista y el tipo de cambio que surge por arbitraje de papeles

La cotización del dólar marcó ayer un nuevo récord en tres de los cinco segmentos con que se opera en la plaza cambiaria local.

Llegó a $ 4,06 el precio del billete vendedor minorista, a $ 4,0280 el mayorista y a $ 4,22 el que se conoce como "contado con liquidación", es decir, el valor del tipo de cambio que surge de la operaciones de compra-venta simultáneas de bonos o acciones en la plaza local y en el exterior, un método al que inversores, ahorristas y empresas suelen recurrir para sacar divisas del país.

En todas esas franjas de negocio el valor del billete alcanzó así un nuevo máximo, el que llegó en parte impulsado por el efecto que la renacida aversión al riesgo en los mercados mundiales tuvo sobre el valor de todos los activos financieros de países emergentes (incluidos los argentinos), pero también sostenido por las consecuencias no deseadas que los renovados controles oficiales sobre las operaciones cambiarias han tenido sobre la conducta de quienes demandan divisas como cobertura, como inversión o, simplemente, para enfrentar gastos no declarados.

En este sentido, los operadores cargan las tintas sobre la campaña que a fin de año realizó la Administración Federal de Impuestos (AFIP), al enviar más de 155.000 "cartas de inducción" (fue la manera en que las justificaron) a ahorristas que habían realizado compras de bajo monto en el mercado legal en operaciones que serían incompatibles con sus ingresos declarados. "Esa campaña, por su masividad, provocó un desdoblamiento de hecho del mercado cambiario que se mantiene hasta hoy y hace que la brecha entre el tipo de cambio «legal» y el resto no haya vuelto a caer del 3% desde entonces", explicaron en una casa de cambio.

"Usualmente el precio del dólar paralelo se dispara en los momentos de estrés financiero. Pero en esta ocasión en particular el disparador del spread entre los tipos de cambio fue la aparición de nuevas regulaciones, a lo que se sumó en los últimos días la aversión general al riesgo", evaluó la consultora Delphos Investment.

"La percepción de aumento de restricciones cambiarias con tasas de interés en pesos muy negativas en términos reales está favoreciendo la dolarización de portafolios", juzgó por su parte Daniel Marx, de Quantum Finanzas.

Las señales de ayer

Los nuevos máximos llegaron ayer en una jornada en la que, mientras algunos mercados de la región mostraron haber alcanzado un piso tras el reacomodamiento bajista que provocaron las sucesivas crisis en Medio Oriente, la plaza local siguió hundiéndose: la Bolsa sumó su sexta baja consecutiva (ver aparte) y los bonos volvieron a caer, con los emitidos en pesos como principales víctimas.

El alza del dólar minorista fue impulsada por el Banco Central (BCRA), que presionó hacia arriba el valor mayorista del billete (lo subió de $ 4,0270 a 4,0280) al comprar unos 70 millones. Su objetivo es evitar que las reservas se deterioren, al quedar afectados unos 7500 millones de dólares para que el país cumpla con los pagos de la deuda. Con esa señal, las casas de cambio no dudaron en ajustar el valor al público, que, por primera vez, llegó a $ 4,06 para la venta en la mayoría de las agencias céntricas.

El aumento del "contado con liqui" fue consecuencia del creciente diferencial de precios que aceptan algunos fondos de inversión e inversores con tal de sacar divisas del país, en momentos en que la ola de liquidación de títulos de la deuda no cesa, pese a la vigencia del seguro de pago. Pero como los más castigados siguen siendo los bonos en pesos, se puede inferir que las dudas estarían centradas en la fortaleza de la moneda local.

El resto de los valores se mantuvieron sostenidos. Se paga $ 4,17 el dólar en operaciones en negro ( blue , para la jerga) y a $ 4,03 el contrato de futuros a nivel local que vence el lunes.

La deuda en pesos, primera víctima

El bono Par en pesos, emitido para la última reapertura del canje, retrocedió ayer 8,33% encabezando cómodamente el ranking de bajas entre los papeles de la deuda argentina. En la desvalorización lo escoltaron el Bogar 2018 y el Discount en pesos, que ayer cayeron 2,6 y 1,5%, respectivamente, confirmando la tendencia a la declinación que los afecta desde que el precio del dólar a nivel local se muestra más sostenido.De esta manera tanto el Discount como el Par (versión 2005) en pesos acumulan pérdidas del 14% en lo que va del año, sin que los analistas se animen aún a pronosticarles una cotización "piso".

 

Fuente: La Nación