EL FORO EN DAVOS TERMINÓ CON UNA FUERTE PELEA ENTRE EL FRANCÉS Y EL BANQUERO

El jefe del JPMorgan salió a defender a los bancos y despertó la furia de Sarkozy

viernes, 28 de enero de 2011

El presidente ejecutivo del JPMorgan, Jamie Dimon, advirtió que las malas políticas de los gobiernos europeos sobre los bancos podían impedir la recuperación económica en el bloque.

El encuentro del G-20, en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, dejó ayer una de las escenas más elocuentes sobre las culpas que, desde la crisis de 2008 hasta hoy, se descargan entre sí el sector público y los bancos a nivel global. El mandatario de Francia, Nicolás Sarkozy, y primera autoridad del G-20, salió al cruce del presidente ejecutivo del JPMorgan, Jamie Dimon, cuando el banquero había empezado a advertir que las malas políticas de los gobiernos podían impedir la recuperación económica.

El G-20 debe centrarse en el empleo y el crecimiento. Los reguladores deben evitar la aplicación de políticas drásticas, lanzó, al inicio, Dimon. Sarkozy no pudo contenerse: No nos acuse a nosotros. Vamos a ser razonables, pero vamos a ser sabios, le aclaró.

El sector financiero es uno de los blancos elegidos por las administraciones de los distintos países para adjudicar las responsabilidades de la mayor turbulencia global que sufrieron los mercados en 70 años. 
Sería importante que cuando el G-20 trate la reforma financiera, se entienda que los negocios y los bancos son parte de la solución, advirtió Dimon.

El año pasado, Francia aprobó una ley que incrementaba el poder de los supervisores sobre los bonos bancarios y las calificadoras. En una carta firmada en junio pasado, Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, reclamaron una vigilancia permanente, diciendo que el Consejo de Estabilidad Financiera debía establecer directrices que fueran puestas en marcha por supervisores nacionales y un mecanismo permanente para monitorear a las grandes instituciones financieras.

Ayer, Sarkozy criticó las prácticas que derivaron en la quiebra de Lehman Brothers y la consiguiente crisis financiera. Una pérdida del sentido común de las instituciones financieras precipitó el colapso, lo que provocó una pérdida generalizada de empleos y que los contribuyentes se vieran obligados a asumir los costos, dijo.

En un discurso en las Naciones Unidas tras el colapso de Lehman, Sarkozy había pedido que los responsables fueran sancionados. Y amenazó con abandonar una cumbre, el 20 de abril de 2009, si su campaña por una regulación financiera más estricta resultaba rechazada. No quiero presentarme como obsesionado con la regulación, dijo Sarkozy, ayer. Sólo quiero poner un poco más de regulación en algunos sectores que han carecido de ella, concluyó. 

Fuente: El Cronista