PIDIÓ QUE LA GUERRA CAMBIARIA NO DERIVE EN GUERRA COMERCIAL

Brasil advierte que aún tiene municiones para frenar al real

miércoles, 13 de octubre de 2010

El ministro de Hacienda amenazó con más medidas si el nuevo impuesto al ingreso de capitales resulta ser insuficiente para estabilizar el valor de la moneda

Brasil está listo para lanzar nuevas medidas si el nuevo impuesto a la entrada de capitales no tiene éxito en poner un freno al fortalecimiento del real. Así lo anticipó ayer el ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien sentenció que “Brasil tiene ‘muchas municiones‘ para intervenir en el mercado cambiario si el reciente encaje sobre inversiones extranjeras no funciona”.

Desde que comenzó a regir el nuevo impuesto de 4% para las inversiones extranjeras en bonos del Gobierno el 5 de octubre, el real apenas reaccionó, retrocediendo 0,37% desde 1,6632 unidades ese día hasta 1,6699 unidades por dólar del lunes (ayer el real no cotizó por el feriado en Brasil). De todas formas y tal como lo advirtió Matenga, aún es temprano para hablar de resultados.

“En este momento, estamos esperando a ver si la moneda se estabilizará. Es posible que ocurra. Pero aún es pronto”, declaró a la prensa el funcionario en el Consejo de las Américas en Washington el fin de semana.

Más temprano, en una presentación ante inversores, sostuvo que el impuesto había tenido éxito a la hora de contener la valorización del real cuando fue aplicado por primera vez el año pasado. “Si esta vez no funciona, pensaremos en otras medidas”, prometió.

A su vez, el funcionario aseguró que el fondo soberano de riqueza está “listo para comprar dólares”, pero que no lo ha hecho aún porque, por ahora, el Banco Central ha adquirido suficientes divisas en el mercado.

Las posibles iniciativas se sumarían a una serie de “refuerzos” que la administración de Lula aplicó en los últimas horas. Dos días después de la duplicación del encaje, el gobierno brasileño amplió (o corrigió) el alcance de la medida. Concretamente, el gravamen, que pasó de 2% a 4%, a partir de entonces pasó a incluir también a las inversiones en fondos de acciones, fondos de private equity, fondos de pensión y bonos corporativos.

Se excluyeron, entonces, tan sólo la operatoria de acciones tradicional, los bonos en dólares soberanos y las inversiones extranjeras directas.

El objetivo consiste en limitar aún más a aquellos que buscan ingresar divisas a Brasil para cambiarlas por reales y apostar a activos financieros y tasas de interés (que aún siguen entre las más elevadas del mundo).

El ministro, que el fin de semana asistió a la reunión del FMI, también reiteró su llamado a una acción internacional coordinada para reequilibrar la economía global e impedir que una “guerra cambiaria” en curso se convierta “en una guerra comercial”.  

Fuente: El Cronista