Finanzas

El Congreso de EE.UU. acordó la mayor reforma financiera desde la Gran Depresión

lunes, 28 de junio de 2010

Los legisladores lograron unificar dos iniciativas. Se espera ahora la aprobación final para que Barack Obama lo convierta en ley antes del 4 de julio

 El Senado y la Cámara de representantes de los Estados Unidos se han puesto al fin de acuerdo y aprobaron la mayor reforma del sistema financiero desde la década de 1930, dando transparencia a las reglas que rigen las operaciones de Wall Street.


Los miembros de las Cámaras debatieron durante 20 horas para dar las últimas pinceladas y el visto bueno a una norma que cambiará el mercado de derivados y las operaciones en mercado con recursos propios de las entidades. Sólo resta un último paso para su puesta en marcha.

Los congresistas y senadores logaron cerrar acuerdos sobre algunos de los puntos más sensibles de la intrincada ley como las medidas para reducir el tamaño de firmas cuya envergadura pueda poner en peligro la estabilidad de los mercados, el coto a los fondos de inversión libre (hedge funds) y mayores facilidades para que los inversores puedan demandar a las firmas que otorgan calificaciones crediticias, informó Europa Press.

En concreto, el acuerdo salió adelante por 20 votos a favor y 11 en contra entre los miembros de la Cámara de Representantes, y obtuvo 7 sufragios favorables y 5 en contra por parte de los senadores.

De este modo, el proyecto de ley completo será sometido a votación la próxima semana en el Congreso y podría ser promulgada por el presidente el próximo 4 de julio, señala Europa Press.

"Esta va a ser una ley muy potente, mucho más fuerte de lo que casi todo el mundo había predicho, incluido yo mismo", aseguró el presidente del Comité de Servicios Financieros, Barney Frank, en declaraciones recogidas por Bloomberg.

Estas son las principales directrices de la norma:
Control del 'proprietary trading'
Una de las cosas más llamativas es que se ha suavizado la llamada Ley Volcker, tal como solicitaba el Senado. En un principio se abogaba por prohibir el proprietary trading a los bancos, pero al final se les permitirá invertir en hedge funds y firmas de capital riesgo, aunque sin aportar más del 3% de capital de los mismos. Tampoco podrán invertir más del equivalente al 3% de su ratio de capital Tier 1.

Traspaso de operaciones con derivados a subsidiarias
Probablemente, uno de los mayores desafíos de esta reforma era la parte relativa al mercado de derivados. Es la primera vez que se establece una estructura regulatoria para este mercado, que mueve unos 615 billones de dólares.

Lo que se ha acordado es la obligación de que los bancos traspasen parte de sus operaciones con derivados a sus subsidiarias. Consideran que el riesgo para el contribuyente se diluye si estas operaciones ya no se hacen desde un depositario que cuente con respaldo del Gobierno.

Más poder para la Reserva Federal
La nueva legislación creará un nuevo regulador para proteger al consumidor dentro de la Reserva Federal que se encargará supervisar a los bancos y empresas de servicios financieros en cuanto al negocio hipotecario y de tarjetas de crédito. Este punto contaba con la oposición de los republicanos y la industria financiera.

Un nuevo "súperregulador" para la estabilidad financiera
Dentro de la reforma también se creará el Financial Stability Oversight Council (Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera), un superregulador que vigilará a las grandes firmas de Wall Street y otros actores del mercado para controlar y responder a los riesgos sistémicos. Estará controlado por el Departamento del Tesoro, con miembros de otras instituciones como la Fed o la SEC.

El consejo de este supervisor podrá imponer mayores requerimientos de capital a las entidades o podrá decidir poner a brokers o hedge funds bajo la autoridad de la Fed. Además, podrá forzar a las compañía a realizar desinversiones si su estructura supone una "grave amenaza" a la estabilidad financiera.

Tasa de 19.000 millones de dólares
Los entidades financieras y los hedge funds tendrán que pagar multas por valor de hasta 19.000 millones de dólares durante los próximos cinco años como compensación de los programas que ha tenido que poner en marcha para salvar al sector. El dinero obtenido se dedicarás a reducir la deuda federal.

Fuente: iProfesional