Finanzas

Santander conocía el riesgo de Madoff desde 2006, pero siguió trabajando con él

miércoles, 19 de mayo de 2010

Así lo demuestran dos documentos interno de Optimal, la gestora de hedge funds del banco, aportados a la demanda colectiva contra el banco español

 El Banco Santander conocía el peligro de fraude de invertir con Bernard Madoff desde julio de 2006, según demuestran dos documentos interno de Optimal (la gestora de hedge funds del banco) aportados ayer a la demanda colectiva contra el banco español en EEUU.


A pesar de ser consciente de este riesgo, la entidad no interrumpió su relación con el estafador ni tampoco alertó a los clientes de sus sospechas, informó Cotizalia.

Estos documentos, elaborados por un analista de Optimal en Nueva York llamado Jonathan Clark, señalaban una serie de alertas sobre el funcionamiento de Madoff que le hacían sospechar que se trataba de un fraude:
Negocio familiar rodeado de secretismo,
Riesgo de contrapartida en las operaciones con opciones que luego resultaron ficticias,
Ausencia de un custodio independiente -Madoff era el propio depositario, vulnerando la separación estándar de gestor y custodio-,
Falta de transparencia sobre las cuentas de los clientes,
Ausencia de una verificación independiente de las operaciones en mercado no se trataba de un hedge fund normal, que tiene un prime broker que ofrece esa verificación-,
Madoff no estaba regulado como asesor independiente y
Falta de un auditor independiente realista -la supuesta auditoria era una firma muy pequeña para el tamaño del fondo-.
Ahora bien, también reconocían ciertos elementos que mitigaban los riesgos anteriores: Madoff estaba registrado con la SEC, el Nasdaq y la FSA británica como broker-dealer, tenía un capital de u$s500 millones para un balance de u$s900 millones, la liquidación de las operaciones suponía una confirmación -aunque a nivel agregado, no individual-, firmas tan grandes como HSBC y PriceWaterhouse habían emitido una opinión positiva sobre su gestión, y Madoff participaba en distintos grupos y comités sectoriales.

Estos informes condujeron a una inspección a fondo por parte del Santander sobre Madoff, lo que se conoce como due diligence, en la que recibió respuestas que satisficieron al banco, aunque a la postre resultaron falsas.

Un vocero de la entidad asegura que estos documentos fueron aportados, junto a otros parecidos, en la demanda contra los depositarios que las gestoras afectadas por el fraude de Madoff, y que el juez estimó que Optimal había hecho lo correcto.

Obviamente, esta opinión no es compartida por los demandantes de la class action, representados por el bufete norteamericano Labaton Sucharow, que consideran que Optimal faltó gravemente a sus deberes fiduciarios para con los partícipes al mantener posiciones con un gestor con tantos elementos sospechosos y, sobre todo, al no informar debidamente a los clientes de estos riesgos para que se replantearan sus inversiones. En vez de eso, a su juicio, el banco prefirió mantener ocultas sus sospechas y seguir cobrando comisiones.

Primeras sospechas en 2002
Con anterioridad a estos documentos, la demanda colectiva aportó otro memorándum de 2002 en el que la abogada suiza Karine Courvoisier, contratada por Optimal, alertaba ya entonces de la posibilidad de que los activos supuestamente gestionados por el estafador no existieran. En aquel momento, Santander tampoco hizo las comprobaciones pertinentes y, si las hizo, no fue capaz de ratificar que se trataba de una estafa o no lo comunicó a sus clientes.

Fuente: iProfesional