Finanzas

Un banco brasileño busca convertirse en el Goldman Sachs de la región

miércoles, 31 de marzo de 2010

Se trata de BTG Pactual, uno de las principales entidades de inversión de Brasil, que es presidida por André Esteves. Su modelo de gestión

 Si es domingo por la noche, lo más probable es que los socios principales de BTG Pactual estén reunidos en la casa del presidente ejecutivo, André Esteves, tramando cómo convertir al banco de inversión brasileño en el Goldman Sachs de América Latina.

En los encuentros abunda el café y el agua, un reflejo de cultura intensa, aunque espartana de la firma, así como su obsesión con el crecimiento.

"Es hora de discutir las oportunidades a largo plazo, la cultura, el proyecto", afirma Esteves, quien a los 41 años es el brasileño más joven en ganar más de u$s1.000 millones.

Según The Wall Street Journal, BTG Pactual es uno de los principales bancos de inversión de Brasil, un centro de ganancias muy codiciado últimamente por los bancos internacionales.

En lo que va del año, la firma ha participado en cuatro de las cinco salidas a bolsa en el país. Sus banqueros representaron a Petróleo Brasileiro, Petrobras, en una adquisición y a la productora de etanol Cosan en una empresa conjunta con Royal Dutch Shell PLC.

Con u$s2.000 millones en capital y u$s34.000 millones bajo administración, BTG Pactual es uno de los mayores bancos de inversión independientes en los mercados emergentes.

Esteves, sin embargo, quiere expandir los horizontes de la firma de más de 1.000 empleados. Sus oficinas en constante crecimiento en Hong Kong, Londres y Nueva York, y otra planeada en Ciudad de México, están globalizando sus operaciones de corretaje y gestión de activos y ampliando la distribución de sus ofertas de acciones en Brasil.


La internacionalización es un territorio nuevo para las instituciones financieras de América Latina, por lo general más concentradas en el crecimiento interno.
A menudo, cada vez que los mercados regionales se ponen de moda, desembarcan las grandes compañías internacionales que compran a las firmas locales. Credit Suisse Group, por ejemplo, adquirió el banco de inversión Garantia en 1998.

Bueno para las matemáticas
Esteves, que en la universidad estudió matemáticas e informática, tenía otros planes. En 2006, cuando era presidente de Pactual, orquestó la venta del banco a UBS AG por u$s2.600 millones, o seis veces su valor contable.

Esteves ascendió rápidamente en UBS, convirtiéndose en director de sus negocios de renta fija global, divisas y materias primas, posiblemente el cargo bancario más importante ocupado por un brasileño.

En 2008, dejó el banco para lanzar con varios socios un fondo de cobertura, BTG. Uno de los socios es Persio Arida, quien como presidente del banco central combatió la hiperinflación de los años 90.

En 2009, mientras UBS se esforzaba por conseguir efectivo en medio de la crisis financiera global, Esteves y sus socios volvieron a comprar Pactual por una cantidad ligeramente inferior a la pagada por el gigante suizo, pero tan sólo 20% por encima del nuevo valor en libros del banco, que se había disparado en los últimos años.

Esteves, padre de tres hijos, enfrenta nuevos desafíos ahora que busca expandir la influencia internacional de su firma sin un gran socio como UBS. La gran pregunta es si un estilo de gestión muy personal y centralizado funcionará a escala global.

Esteves es consciente de las dificultades. Para hacerles frente, los responsables de las distintas operaciones de BTG Pactual tienen más autonomía.

Además, Esteves ha añadido experiencia, contratando a ejecutivos como su ex jefe, Huw Jenkins, el presidente ejecutivo de UBS Investment Bank en 2006.

La idea no es cambiar la meritocracia del piso de negociaciones de BTG Pactual por las jerarquías de los grandes bancos de inversión.

Por ejemplo, ninguna de sus oficinas tiene oficinas individuales, lo que crea un ambiente altamente competitivo en el que se espera que los operadores en puestos intermedios cuestionen a sus superiores en discusiones abiertas sobre negociaciones o previsiones.

"Es la dictadura de los argumentos", insiste Esteves. "Quien tenga razón toma la decisión. No me importa si es la secretaria o el practicante", afirma, exagerando para dejar en claro su opinión. Las únicas secretarias de la firma trabajan para grupos de gerentes.

En BTG Pactual, los socios coinciden en su perspectiva positiva sobre Brasil, dice Arida. Creen que la economía recién despega, a pesar de que la bolsa duplicó con creces su valor en 2009.

La firma está recaudando dinero para un fondo de capital privado de u$s1.000 millones, de los cuales 25% provendrá del propio banco y el resto de inversionistas externos.

La entidad está invirtiendo en bienes raíces y comprando participaciones en compañías como las automotrices Mitsubishi Motors Corp. y Suzuki Motor Corp., de las que espera beneficiarse a medida que aumenta el poder adquisitivo de los brasileños.

El mismo BTG Pactual refleja la historia de Esteves. Al igual que el ejecutivo, la mayoría de sus socios proviene de la clase media y ascendió dentro de la empresa, algo inusual en una región donde las élites a menudo pagan para hacerse socios en las firmas de corretaje.
De todos modos, no hay forma de disimular la atmósfera competitiva que impera en el banco.

La mayoría de los socios tiene sus patrimonios personales vinculados a la firma. Sus acciones se ajustan al alza o a la baja dependiendo del desempeño de los ejecutivos, el que se revisa una vez al año en un intenso debate que dura tres semanas. El resultado es un implacable entorno competitivo donde es habitual trabajar 18 horas al día.

Cuando Esteves habla del futuro, está claro que uno de sus modelos es el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, una compañía que venera. Su plan actual, afirma Esteves, "es crear una institución financiera de clase mundial centrada en los mercados emergentes".

Fuente: iProfesional