A pesar de la fuerte presión sobre el dólar, en el mercado prevén tasas a la baja

miércoles, 17 de febrero de 2010

La liquidez del sistema sigue siendo abrumadora. Aunque el público se está dolarizando más, los depósitos en pesos crecen y la Badlar se mantiene en 9,5%. El BCRA cada vez paga menos por sus Letras.

En el mercado local no sólo prevén estabilidad para las tasas de interés, si no que incluso aseguran que además todavía les queda margen para ceder. Los pronósticos, a priori, estarían violando un “abc” de la economía. Y es que con un tipo de cambio que ya avanzó 1,6% en lo que va del año y que apunta a seguir subiendo (sumado a una apreciación de 10% en 2009), cabe esperar un recalentamiento en el costo de la moneda argentina.

Hay varias explicaciones que subyacen a este principio no cumplido. La primera y, por sobre cualquier otra causa, es que resulta mandato del propio Gobierno mantener un modelo en el que no se endurezcan las condiciones para la rueda del consumo. Es decir: la orden oficial al sistema financiero es la de una política donde las tasas de interés no suban.

No obstante, aunque a los bancos les resulta difícil la mayoría de las veces ir contra los deseos K, lo cierto es que aún con una demanda de dólares en ascenso por parte del público, los depósitos en moneda nacional del sector privado no se desplomaron. De hecho, los números muestran lo opuesto. Las colocaciones a plazo fijo en pesos aumentaron 1,7% en enero y las mayoristas, o sea, los de más de $ 1 millón, se incrementaron en un 2%. En la primera semana de febrero los plazo fijo de los pequeños ahorristas también muestran un avance de $ 165 millones. Y la tasa de referencia, la Badlar (la que pagan los depósitos mayoristas) viene en franco descenso y promedia el 9,5%. Por lo tanto y a juzgar por estos números, las ambiciones del matrimonio presidencial se estarían cumpliendo a rajatabla debido a que el límite de los bancos para ajustar hacia arriba las tasas de interés responde al movimiento de los depósitos. En otra palabras, la realidad es que el sistema financiero hoy goza de una liquidez sorprendente sin tener muchas opciones a través de cuales colocarla. Por otra parte, el crédito –uno de los desvelos del actual Banco Central (BCRA)–, sobre todo el productivo, está anclado.

El BCRA también ayuda

En esta línea, tampoco hay mucho margen para una suba en el costo del dinero y los bancos hacen su negocio con la propia entidad monetaria. Hoy por hoy, colocan sus pesos excedentes en títulos del organismo oficial. Si bien, el ente que ahora conduce Mercedes Marcó del Pont, desde julio del año pasado –en plena era Redrado– viene pagando cada vez menos por estos instrumentos (como estrategia para desincentivar a los bancos a congelar el dinero ahí e icentivarlos a prestar más a los privados), lo cierto es que con esta acción –que desde el Central sostienen– también impulsa a la baja de las tasas pasivas (la de los depósitos) como táctica de las entidades para mantener su spread de ganancia. “A los bancos no les importa la tasa en sí, sino el margen de ganancia”, explicó Ramiro Castiñeria, de Econométrica. “Mientras más baje el BCRA la tasa que les pague, los bancos trasladan automáticamente ese descenso a la tasa de los plazos fijos. Y es que no van a pagar más de lo que el BCRA les paga”, agregó. En este sentido, en la licitación de Letras y Notas (Lebac y Nobac) de ayer las tasas convalidadas estuvieron entre 5 y 15 puntos básicos por debajo del corte de la semana pasada. En lo que respecta a las Lebac en pesos, la tasa de la letra a 98 días bajó 14 puntos básicos, pasando de 12,54% a 12,40%, a 119 días la tasa cayó 15 puntos básicos, de 13,15% a 13%, por caso. Vencían títulos por $ 1.210 millones, se llamó a licitación por $ 560 millones y las propuestas de los bancos alcanzaron los $ 2.182 millones, adjudicándose $ 2.120 millones.

Pero el mensaje es que en el sector prevalece la cautela. “Hay tanta liquidez, que no vemos un salto brusco de spreads. Lo que vemos en los bancos es que todos están cautos con su liquidez y que no tendrán por el momento una política agresiva de lending” comentó Valeria Azconegui, associate analyst de Moody‘s. “La idea en las entidades es esperar a mercados más calmos y señales más claras. Hoy, los planes de negocios son más restringidos. En este contexto, las tasas estarán planchadas”, adelantó.
 

Fuente: El Cronista