El dólar informal volvió al máximo que había tocado por las elecciones de junio

lunes, 15 de febrero de 2010

El denominado “blue” que se negocia en las cuevas del microcentro porteño está cada vez más demandado. Son operaciones de los pequeños ahorristas que dolarizan sus pesos. El Gobierno buscaría poner mayor control en esta plaza.

Mercedes Marcó del Pont sigue desde la mesa del BCRA las operaciones diarias de la entidad monetaria. Su arribo, en medio de uno de los escándalos políticos más resonantes desde la 125 al campo por el desplazamiento de Martín Redrado, mantiene expectantes a los mercados. La ex Banco Nación juega fuerte en los futuros para bajar la expectativa devaluatoria, algo que le está dando resultados. Donde la “mano invisible” del BCRA no tiene jurisdicción es en el mercado informal del dólar. El billete “blue” que se consigue en las denominadas “cuevas” del microcentro y que negocian los “arbolitos” está entre siete y ocho centavos más caro que en las casas de cambio. El viernes pasado cerró en $ 3,95 y el spread (diferencia entre la cotización del dólar oficial y la cotización del dólar informal) está en máximos desde julio del 2009 –el post elecciones legislativas cuando se hablaba de una megadevaluación–. De hecho, a partir del último trimestre del año pasado, cuando cedió la fuga de capitales e incluso hubo ingreso neto de divisas, el dólar blue estuvo por debajo del billete en casas de cambio y bancos. El terremoto político de enero abortó la tranquilidad que había en la plaza.

Aquellos que operan este billete informal dicen que es el típico movimiento del “chiquitaje”. O sea, los pequeños ahorristas que venden pocas cantidades de pesos para comprar dólares. Es desconocido el volumen que negocia esta plaza, si bien se descarta que es marginal.

“La dolarización de carteras en el mercado informal aspiraría a cambiar los activos de jurisdicción para acotar el riesgo confiscatorio, antes que a cubrirse por una posible devaluación. Es la manifestación del riesgo Kirchner en su máxima expresión”, acota la consultora Federico Muñoz & Asociados. La idea es que si el ahorrista tuviera temor a una suba importante del dólar, se pasaría a divisas pero haría un depósito en esa moneda en lugar de comprar y fugar del sistema el ahorro. El que adquiere billetes en el mercado informal atesora fuera de los bancos esos dólares.

“Por el momento, la masiva oferta de dólares que garantiza el enorme superávit comercial mantiene deprimida la expectativa de devaluación. Pero es probable que si el BCRA consolida el perfil productivista que promete Marcó del Pont, el proceso de dolarización de carteras adquiera mayor fuerza, y entonces sí, la demanda de dólares por el canal financiero vuelva a poner presión sobre el tipo de cambio”, añade la consultora del economista Federico Muñoz.

El dólar que surge del “contado con liquidación”, o sea comprar en pesos activos locales como acciones y bonos para venderlos en el exterior y así fugar los dólares, está en $ 3,93, seis centavos más que el billete en el mercado mayorista. Esta plaza está muy controlada por el BCRA, la CNV y la AFIP. Los operativos para detener la operatoria tuvieron resultados si bien aún hoy se realizan operaciones. “El mercado quedó muy chico y no es un tercio de lo que supo ser antes de los controles”, aclararon desde un banco privado de capitales extranjeros.

Lo cierto es que los mercados paralelos del dólar pueden volver a tomar algo más de velocidad si el Central deja correr el tipo de cambio formal. En este sentido, señalan en el Gobierno que el dólar “blue” y las operaciones que se llevan adelante en el microcentro porteño quedaría ahora bajo la atenta mirada de la entidad rectora. No quieren que se multipliquen las operaciones.
 

Fuente: El Cronista