Crisis institucional / La sucesión en la autoridad monetaria

Inquietud por el dólar tras los cambios

viernes, 05 de febrero de 2010

Marcó del Pont y Boudou prometieron que no habrá sobresaltos, pero el mercado apuesta por una cotización más elevada a futuro

 Pese a que las dos autoridades económicas más importantes del Gobierno, el ministro de Economía, Amado Boudou, y la flamante presidenta del Banco Central (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, descartaron ayer posibles cambios en la política cambiaria, los inversores volvieron a mostrar con sus apuestas de negocios que esperan una aceleración en el ritmo de devaluación del peso frente al dólar, es decir que les creen poco.
Por la mañana, Boudou descartó "sobresaltos" en la cotización del dólar. "Vamos a seguir llevando adelante la política de flotación administrada que venimos llevando desde 2003. No hay que esperar sobresaltos: lo que puede haber es algún acomodamiento, en algún momento, para arriba, para abajo, como ha ido pasando de 2003 a la fecha", afirmó el ministro en uno de sus ya habituales contactos con Radio 10.
Allí enfatizó que se mantendrá "un tipo de cambio que les sirva a todos" en el contexto de una entrevista en la que afirmó que no tenía sentido seguir "con un Banco Central autista".
Minutos antes, al dejar su domicilio para encarar sus nuevas funciones, Marcó del Pont también había ratificado la continuidad de "un tipo de cambio razonable" y de las políticas "cambiarias y monetarias absolutamente razonables" al ser consultada por periodistas. Pero los analistas y operadores coinciden en que las señales del mercado dan cuenta de una creciente desconfianza, a la que relacionan con los proyectos que alguna vez se evaluaron en el Gobierno para utilizar reservas con el objeto de sostener políticas de gasto o inversión pública.

Aunque el precio del dólar en la plaza local se mantuvo estable en negocios al contado (a $ 3,86 el vendedor minorista, aunque subió 7 milésimas el mayorista), en los mercados de futuros volvió a crecer el diferencial entre los valores pactados aquí y en Nueva York, "plaza a la que no llega el largo brazo del BCRA", según explicó el consultor Pedro Greaves, de la firma homónima.
El precio del dólar a un año vista (posiciones por liquidarse a fines de febrero de 2011) se pactó ayer a $ 4,31 en la plaza doméstica y a $ 4,364 en el exterior, donde incluso hubo negocios a 4,41. Son alzas en ambos casos (0,28% la local; 0,90% la extranjera) con lo que se volvió a ampliar una sugestiva brecha que volvió a instalarse cuando se activó el avance gubernamental sobre el BCRA y que suele ser predictiva de un proceso de fuga de capitales.
Vale recordar que, pese a haberse detenido en el último trimestre de 2009 (el balance cambiario mostró ayer un saldo a favor de US$ 42 millones, el primero en 9 trimestres, por el ingreso del dinero que giró el FMI al país), este indicador de desconfianza le restó US$ 37.200 millones a la economía argentina, un monto 25% superior al ingreso que el país obtuvo en igual período por su esfuerzo exportador.

Emergentes golpeados
Las especulaciones sobre el futuro de la moneda local se vieron reforzadas por una "jornada negra" en los mercados internacionales y de la que salieron más golpeados los denominados emergentes, grupo en el que se ubica la Argentina.
La característica principal fue el fuerte salto que el dólar tuvo respecto de casi todas las monedas del resto del mundo, pero especialmente en relación con el euro. El cambio, entre ambas divisas se pactaba anoche en Nueva York a 1,3741 (US$ 1,3890 previo) que, entre otras cosas, provocó la mayor baja en seis meses en los índices de materias primas, un termómetro que pasó a ser algo así como el equivalente a la tasa de riesgo país para medir la salubridad de las economías periféricas, aunque de esa corrección quedaron a salvo la soja, el maíz y el trigo en Chicago, para alivio argentino.
Emergentes golpeados
Las especulaciones sobre el futuro de la moneda local se vieron reforzadas por una "jornada negra" en los mercados internacionales y de la que salieron más golpeados los denominados emergentes, grupo en el que se ubica la Argentina.
La característica principal fue el fuerte salto que el dólar tuvo respecto de casi todas las monedas del resto del mundo, pero especialmente en relación con el euro. El cambio, entre ambas divisas se pactaba anoche en Nueva York a 1,3741 (US$ 1,3890 previo) que, entre otras cosas, provocó la mayor baja en seis meses en los índices de materias primas, un termómetro que pasó a ser algo así como el equivalente a la tasa de riesgo país para medir la salubridad de las economías periféricas, aunque de esa corrección quedaron a salvo la soja, el maíz y el trigo en Chicago, para alivio argentino.

El temor también se refleja en el dispar castigo que viene sufriendo la deuda argentina, según la moneda en la que esté nominada: los títulos emitidos en moneda local duplicaron en los últimos días su ritmo de depreciación respecto de los dolarizados. Así volvió a quedar a la vista nuevamente ayer en el dispar ritmo de baja mostrada por los bonos Par y Discount en pesos o dólares: 3,9% vs 1,2%, en el primer caso, y 2,7% vs 1,1%, en el segundo).


La UIA niego los dichos de Boudou
La Unión Industrial Argentina (UIA) volvió a negar que, como dijo el ministro de Economía, Amado Boudou, hubiera presionado por una devaluación. Por el contrario, en un comunicado, afirmó que "el valor de la moneda tiene que ser definido en el marco de una política económica integral".

Fuente: La Nación