LA DEVALUACIÓN INCREMENTA LAS UTILIDADES DEL BCRA Y PERMITE MÁS GASTO PÚBLICO

Directorio K del Central avalaría un dólar más caro para auxiliar arcas oficiales

martes, 26 de enero de 2010

Las consultoras empiezan a trazar lo que será la nueva estrategia del Banco Central. Dicen que habrá menos independencia y que la política monetaria será laxa, o sea, se emitirán pesos con mayor libertad. Directores afines al Gobierno modificarían el programa monetario presentado por Redrado

 El nuevo Banco Central con Miguel Pesce al frente y Martín Redrado sin poder ingresar a las oficinas de Reconquista 266, está empezando a desatar un sinfín de especulaciones en el circuito financiero, áun cuando por ahora el impacto es nulo en el mercado cambiario. El depuesto presidente del BCRA había evitado las presiones para devaluar el tipo de cambio más allá de lo que denomina “la flotación administrada”, un eufemismo de devaluación controlada y –a veces– acotada. Ahora, Pesce y el resto del directorio –claramente alineados con el kirchnerismo– son más permeables a lo que fuera que dicten los deseos oficiales.

Las dudas están no sólo en un aumento mayor del dólar, sino en un viraje de las políticas monetarias y cambiarias. El incentivo del nuevo directorio K para cambiar el rumbo y complacer al Gobierno es más que claro. Con una inflación que llegaría a 18% este año, cebada por el aumento del gasto público, el tipo de cambio nominal tiene que acompañar ese movimiento. La razón: mantener la “competitividad del tipo de cambio”. En criollo: que las empresas tengan un dólar caro para exportar (y que el Gobierno recaude más vía retenciones) y encarezca las importaciones. “El riesgo que se corre es que si los Kirchner avanzan con sus nuevos planes para el BCRA con los consecuentes deterioros de la situación monetaria y del panorama fiscal, la inflación se instale en un nuevo escalón y el peso se eche a perder irremediablemente. Este es el verdadero núcleo del problema que convierte a la permanencia o no de Redrado en el Central en una mera anécdota”, dice la consultora Federico Muñoz & Asociados.

El plan B del Gobierno, si no puede lanzar el Fondo del Bicentenario, es hacerse de todos los dólares que vía distintas alternativas pueda acceder del BCRA. Por ejemplo, la transferencia de utilidades al Tesoro. Un peso más débil es funcional a engordar las ganancias del Central, que el año pasado habrían ascendido a $ 19.000 millones. En 2009, la moneda local se depreció frente al dólar y al euro (10% y 13% respectivamente). Esta diferencia cambiaria implicó que las reservas colocadas en divisas y oro experimenten una importante apreciación al ser expresado en pesos. Se calcula que el año pasado, tan sólo por esta vía, el BCRA ganó $ 16.000 millones. Así, las utilidades obtenidas por el renglón “Diferencias de cotización” (tipo de cambio y precios de los bonos en cartera del Central) son una tentación para el Gobierno.

“No creo que les sirva devaluar en lo inmediato. Algo así en este contexto es una invitación a la corrida. Y al final podés tener un tipo de cambio alto porque comprás más dólares o porque te traen menos (divisas). Por más que lo quieran hacer, creo que se abstendrán en el corto plazo”, señala un ex funcionario del Banco Central.

Para Econviews, la consultora de Miguel Kiguel, la financiación adicional que buscaría el Gobierno vendría por el lado del Banco Central, lo que implicaría una expansión real de la cantidad de dinero en circulación. “Esto podría impactar en la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio. La intención de remover a Redrado del Central sigue la línea de que de ahora en más podemos esperar una institución menos independiente y más dócil a las necesidades del Gobierno”, afirma.

También sufriría cambios el programa monetario que presentó en diciembre Redrado. El malestar del directorio K por las metas “restrictivas” ya empezó a circular. La aseveración viene a cuento de los planes de expansión del gasto y estímulo a la economía (y más la inflación). Con un aumento de precios en 2010 del 18% y un crecimiento real del PBI mayor a 3%, Econviews estima que serían suficientes para exceder la meta máxima de expansión de los agregados estimada en el programa. La mayor cantidad de pesos en el circuito, para cebar la economía, provendría de la compra de dólares para sostener el tipo de cambio alto.

Fuente: El Cronista