EL NUEVO TÍTULO QUE SURGIRÁ DEL CANJE INTEGRARÁ EL ÍNDICE EMBI DEL JPMORGAN

Lanzarán un nuevo bono en dólares para recuperar peso en las carteras globales

martes, 29 de diciembre de 2009

Economía busca que la Argentina recupere algo de participación en el índice que replican los grandes inversores en emergentes. El país hoy representa apenas 1,38% en el EMBI

Una de las buenas noticias que traerá el canje de deuda, más allá de la posibilidad de que el país se deshaga del rótulo de defaulteador, es que habrá un nuevo bono que cotizará en el mercado. El flamante título sería emitido bajo legislación extranjera y estaría denominado en dólares, una movida que apunta a recuperar algo del espacio perdido en las carteras globales. Economía pretende así empezar a reposicionar a la deuda argentina, desterrada a una participación marginal, entre los referentes que sigue el mercado.

Mientras que el Discount se entregará para reemplazar el capital adeudado, el nuevo bono se destinaría a cubrir tanto los intereses vencidos como el “new money”, es decir, el pago cash por u$s 1.000 millones que realizarán los acreedores al Gobierno. Y como tendrá legislación extranjera y cotizará en dólares, pasará a formar parte del Emerging Markets Bond Index (EMBI) que elabora el JPMorgan, en el que hoy sólo están el Par y el Discount en dólares bajo jurisdicción Nueva York. Esta especie de “Boden 12 más largo con legislación extranjera”, como lo califican en los pasillos oficiales, permitirá que la deuda argentina tenga más caudal de negocios, ya que el incremento del volumen emitido por el país hará que automáticamente más inversores compren deuda argentina. Esto se debe a la sencilla razón de que los portfolio managers del exterior, que replican al índice, tienen que rebalancear sus carteras en base a la nueva ponderación del EMBI.

“Es una buena idea porque después del canje va a haber mucha oferta de bonos locales y si la demanda no acompaña, los inversores pueden salir a vender el tramo medio de la curva. Así, con una emisión nueva, se aseguran que el efecto post operación será totalmente positivo para el mercado de renta fija”, dice el trader de uno de los bancos que asesora al Gobierno en la transacción.

Lo que imaginan en el Palacio de Hacienda es que este título alimentará el trading de la deuda argentina, permitiendo que –incluso– sigan comprimiéndose los spreads. Además, tiene un efecto directo por ser una emisión bajo legislación extranjera: tan sólo por una cuestión de jurisdicción, esta clase de bonos tiene un spread de 150 o 200 puntos básicos menos que los emitidos bajo ley local. “Sería más fácil para colocar deuda en el mercado secundario. Porque si ahora te rinden 10%, automáticamente al pasarlos de legislación rendirán 8% o 9%”, agregan en la mesa de dinero de una banco internacional.

Actualmente, el EMBI Global del JPMorgan está compuesto por emisiones de 39 países emergentes. El caso argentino es prácticamente insignificante. Tiene un peso de 1,38% de esa cartera, lo que equivale a una emisión de u$s 9.200 millones (sumando el bono Par y el Discount). Brasil y México ostentan el 12,85% y 12,65% respectivamente, mientras que Rusia tiene casi el 11%. Más desapercibida que la Argentina pasan naciones como El Salvador, Bulgaria o Paquistán.

Según calculan en el mercado, si el país logra una aceptación de 75% en el canje, la nueva emisión en dólares debería equivaler a alrededor de u$s 3.200 millones. Así, la participación de la Argentina en el EMBIG pasaría a 1,86% y sumará algo así como u$s 12.400 millones de bonos en total. Si en la operación permitiesen que los acreedores con deuda en euros (que son la gran parte) puedan canjear esos títulos por otros en dólares, el porcentaje antes mencionado sería “el piso” que tendría el país en el indicador.

En el último tiempo, los real money (como los fondos de pensión del exterior) estuvieron más activos en la compra de títulos argentinos. Esta clase de inversores, a diferencia de los tradicionales hedge funds (especulativos), colocan su dinero a más largo plazo.


 

Fuente: El Cronista