Advierten a los bancos que se les acabará el beneficio del "impuesto inflacionario"

martes, 08 de noviembre de 2016

Aluden a sus ingresos por renta; los llaman a revisar su modelo de negocios y a prestar.

Más de la mitad de las ganancias financieras netas que embolsaron los bancos en lo que va del año devienen del "impuesto inflacionario", es decir, de la oportunidad que el creciente déficit en que volvió a incurrir el Estado y la fuerte política monetaria contractiva que aplicó el Banco Central les dio para comprarles -con el dinero que captan sin costo- bonos o Lebac y vivir "de rentas".

El fenómeno fue parte de lo analizado ayer en la asamblea de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que sesionó en el Hilton de Puerto Madero, como parte de los replanteos que deberá realizar la banca argentina si esos ingresos comienzan a escasear.


Las ineficiencias del sector público, a partir del regreso y la profundización del déficit fiscal y la necesidad de multiplicar las emisiones del BCRA para retirar el vendaval de pesos emitidos espúramente en los últimos años, se convirtieron en la principal fuente de ingresos de la banca local hace algunos años. "Desde que se subieron fuerte las tasas en 2014 para tratar de frenar la dolarización", observa Gabriela Saavedra, analista de la consultora KPMG y participante de Felaban.

"La incidencia del impuesto inflacionario en el sistema creció y se mantuvo en torno al 10% de sus activos desde entonces. Les rindió mucho". acota y tal vez lo llevó a dejarse estar con los gastos operativos, "que en 2015 casi llegaron a representar 7,5% del activo, un valor muy por arriba del 3% que muestran los estándares internacionales", al acostumbrarse a un sistema de "baja escala".


Saavedra es autora de un reciente informe sobre la situación del sistema bancario local divulgado esta semana y que circuló también ayer en Felaban. Coincide con el jefe del BCRA, Federico Sturzenegger, que ya había definido este ingreso como un "abundante subsidio" del que se benefició el sistema bancario.

Los últimos números muestran que, hasta agosto, los bancos atraparon más de $ 76.800 millones por renta, sobre los $ 150.400 millones contabilizados como margen financiero. Fue el principal aporte a la mejora del 48% interanual en sus ganancias (pasaron de $ 34.555 millones a $ 51.105 millones en los 8 primeros meses), lo que los dejó como uno de los sectores aún a salvo del ajuste que vivió la economía, aunque en camino a ello si la inflación cae, el BCRA avanza en la baja de tasas y no varían su modelo de negocio.

"El aumento de la rentabilidad contable que tuvieron en los últimos años no provino de la intermediación, sino de éstas fuentes. Pero este beneficio se les agotará en la medida en que el país obtengan progresos en la lucha contra la inflación", advierte.

 

Bajar costos

La necesidad de que comiencen a adaptar sus estrategias de negocios a un entorno de menor inflación ya les había sido advertida por Sturzenegger: "cuando la inflación finalmente baje, ese subsidio se les se reducirá significativamente, así que salgan a buscar negocios", los azuzó hace poco más de un mes al hablar en el Congreso de Marketing Bancario.

En la misma línea ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, los convocó a dar "más créditos". "Estamos dejando atrás la agenda de la crisis para ingresar en la de desarrollo. Para eso necesitamos un sistema fuerte que preste y ayude a los argentinos a progresar generando inclusión financiera y asistiendo a los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas".

Saavedra cree que está próxima a abrirse una etapa en la que los bancos "deberán esforzarse para lograr una matriz de rentabilidad más acorde a la de otros sistemas financieros". Y estima que eso es posible en tanto avancen en "estrategias de eficientización". lo que les ayudará a reducir costos y bajar tasas "que hoy lucen relativamente altas en relación al riesgo que asumen".

 

Una recesión más profunda y una especulación

El economista jefe para la región del HSBC, Javier Finkman, sorprendió ayer en Felaban al reconocer que la recesión "es más fuerte y profunda que lo anticipado". "Continuó hasta entrado el tercer trimestre y esto explica la demora en la recuperación de la inversión y la baja utilización de la capacidad instalada", dijo. Aún así Finkman juzgó asegurada la reactivación en 2017 porque "Brasil se está recuperando, va a crecer alrededor de 1,5% y nos aportará crecimiento junto a la reactivación de la inversión pública". La especulación fue cuánto ayudó la estrategia oficial ante un informe de Balanz Capital que conjetura que la administración Macri "no se apresuró a implementar los estímulos fiscales y monetarios por temor a quedarse sin municiones en los meses previos a la elección de 2017". 

 

Fuente: El Cronista