políticas monetarias

Superdólar barre al euro, yen, real, y pesos colombiano y mexicano

miércoles, 11 de marzo de 2015

La sostenida devaluación del real ha generado una gran preocupación en la economía argentina. Sin embargo, amén de los serios problemas políticos y económicos por los que atraviesa el Gobierno de Dilma Rousseff, que convalidan el repunte del dólar en Brasil, lo que está detrás de este movimiento de la divisa brasileña es la insoslayable fortaleza del dólar a nivel mundial en los últimos meses.

Si bien era plausible esperar que la divisa norteamericana comenzara a afianzarse en el concierto mundial dado que la Fed ya había avisado el año pasado que comenzaría a desarmar los programas de inyección de liquidez y a subir la tasa de interés, lo que inquieta a los analistas es la velocidad con que lo ha hecho en los últimos tiempos. Sobre todo frente al euro, con el cual en los últimos doce meses ha ganado casi un 24%. Hoy cotiza a 1,07 dólar por euro.

La divergencia entre la política monetaria de la Fed y del BCE entre los fundamentos económicos de EE.UU. y de Europa es lo que hace, en gran medida, posible el retorno del ciclo del superdólar.

En este contexto los mercados emergentes son los que más sufren, también, por el impacto de la caída de los precios de los commodities precisamente a raíz de la suba del billete verde. Es así como la mayoría de los países de Asia se encaminan a bajar sus tasas de interés preocupados por el bajo crecimiento y la caída de la tasa de inflación.

Mientras que en Latinoamérica, los países están adoptando políticas monetarias más laxas para enfrentar la caída de las materias primas y la menor demanda externa. Claro que la excepción es Brasil, que no puede flexibilizar su política monetaria por la elevada tasa de inflación.

En este contexto las monedas de la región se deprecian fuertemente por la salida de capitales, lo que impacta en la competitividad del peso argentino, que es la moneda que, lamentablemente, menos se deprecia (algo similar ocurre en Asia, donde el rublo es el más afectado por la huida de capitales).

Así el dólar se aprecia contra todas las monedas ante la perspectiva de suba de las tasas de interés de la Fed y el sólido crecimiento económico en EE.UU. que atrae los capitales que se están yendo de los emergentes. A la par, se da que el euro se desploma ante el lanzamiento del tardío QE (programa de compras de deuda soberana) del BCE.

En los últimos doce meses, por ejemplo, el dólar le ganó al euro casi un 24%, frente al peso chileno más del 17%, al colombiano más del 38%, al mexicano más del 21%, al real más del 31%, a la libra turca más del 30% y contra el yen japonés un 20%.

Esto refleja el nuevo ciclo que algunos pueden considerar una guerra de divisas, pero lo cierto es que se trata de una fase de superdólar como se ha visto ya cada diez años aproximadamente. En este mismo período el peso argentino sólo se devaluó un 9%. Al respecto, vale señalar que queda fuera del período de análisis, que toma la mayoría de los analistas, la devaluación de Fábrega de enero de 2014.

Pero el peso ya venía detrás de los acontecimientos, lo que determina ahora la incómoda situación del dólar oficial. Algo que podría jugar a favor es la idea de que, dado lo rápido que fue el ajuste del dólar en el mundo, sobre todo contra el euro, que superó las expectativas generales, cuando la Fed comience a subir la tasa podría darse que la divisa norteamericana experimente una leve depreciación que mejoraría el precios de los commodities. 

Fuente: Ambito