cepo al dólar

El Gobierno quiere eliminar el cepo al dólar: "requisitos" para que el plan no quede en una expresión de deseo

lunes, 22 de diciembre de 2014

El titular del Banco Central puso sobre la mesa la posibilidad de "normalizar" el mercado cambiario, entonado porque el nivel de reservas actual es el más alto del año, ya que se ubica en los u$s30.851 millones. Pero los analistas cuestionan esta afirmación por el valor del tipo de cambio

cercanía de las fiestas y las celebraciones de fin de año contagió al Gobierno en la cadena de los buenos deseos para el 2015.
Al menos, es lo que parece luego de las declaraciones del presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, que afirmó que el Ejecutivo tiene la "vocación" de una "normalización completa" del cepo cambiario para los próximos meses.

Según dijo el funcionario, su idea "es no generar ninguna restricción adicional y lentamente ir normalizando las cosas", en referencia a las limitaciones establecidas para acceder a las divisas.

También aseguró que el dólar ahorro, que debutó a principios del 2014, para permitir la compra de billetes verdes, "se va a mantener" en el 2015.

Respecto a la recomposición de las reservas del BCRA que tuvo lugar en las últimas semanas, Vanoli sostuvo que, por primera vez desde 2010, vamos a terminar con un crecimiento".

No obstante, puso un condicionante: "Todo se va a ir evaluando en función de la marcha de nuestra economía y de cómo evolucione la economía global".

"Sería imprudente si adelantara distintas cuestiones, pero la vocación está en una normalización completa, que tendrá que ir dándose gradualmente, en función de cómo las circunstancias globales, que han estado tan volátiles este año, vayan evolucionando", anticipó, haciendo referencia al derrumbe del petróleo, la crisis en Rusia y a la posible suba de tasas por parte de la Fed.

¿Es viable la "flexibilización Vanoli"?

Luego de sus expresiones respecto a que irá "normalizando las cosas", por lo que se propondría eliminar el cepo cambiario, diversos analistas y economistas salieron a cuestionar estas declaraciones.

El ex presidente del Banco Central Aldo Pignanelli, afirmó a iProfesional: "Fue una expresión de deseo, es imposible abrir el cepo por los desequilibrios fiscales. Deberían cambiar las condiciones económicas del país y, por el momento, no se visualiza eso".

Según el ex funcionario, el Gobierno va a "seguir haciendo lo mismo que hasta ahora con los controles, sobre todo por el atraso cambiario que existe".

En esta postura coincide Francisco Gismondi, economista de la consultora Empiria y ex analista del Banco Central: "No veo posible una apertura del cepo, ya que el Gobierno no va a tener suficientes reservas como para avanzar en esta idea".  "El dólar está muy barato a $8,50, por lo que una liberación del cerrojo generaría una mayor demanda de particulares para ahorrar o viajar al exterior. También de empresas, para el giro de dividendos", afirmó.

Para que se abra por completo el cerrojo cambiario, Pignanelli cree que "el dólar debería valer 12 pesos, pero si el Gobierno legase a devaluar a este nivel, esto pegaría de lleno a la actividad económica y dispararía la inflación".

También el economista José Luis Espert remarcó que para la eliminación efectiva del cepo cambiario en las condiciones actuales y para evitar una pérdida de reservas, "se requeriría alinear el dólar oficial con el paralelo, lo cual es devaluar 50% en un año electoral", que se trasladaría a precios.

No obstante, consignó: que "no descartaría que en algún momento del 2015 se flexibilicen las restricciones de manera sustancial para evitar la gran caída que está teniendo la economía".

El ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, también aseguró que el plan de Vanoli "queda en una expresión de deseos", porque si se analizan "los números de emisión monetaria, el tipo de cambio atrasado y las reservas se concluye que liberar los controles será muy difícil".

Gismondi consideró que el Ejecutivo sólo puede hacer "pequeñas cosas" para descomprimir las limitaciones, como por ejemplo ampliar un poco más el máximo de venta de divisas, siempre y cuando consiga financiamiento o arregle el conflicto con los holdouts.

En cuanto a los argumentos del actual titular del BCRA sobre la recomposición de reservas, Pignanelli sentenció: "El swap realizado con China y Francia no son tenencias concretas, tampoco otros ingresos que figuran como tales". "El Central, en realidad, posee unos u$s25.000 millones, no u$s30.800 millones como sostienen oficialmente, y el año que viene hay vencimientos de deuda por unos u$s15.000 millones", completó.

Ricardo Delgado, economista director de Analytica, consideró que prevalecen "condiciones complejas para que en 2015 se pueda levantar el cepo. No se ven modificaciones en los flujos externos, con dólares que ingresan y otros que egresan y además hay vencimientos por u$s15.000 millones, con reservas en u$s 30.000 millones".

Agregó que cuando se resta el swap de China y de Francia, o los ingresos extraordinarios -como los adelantos de exportadores o los de la licitación del 4G- se llega a una posición de reservas no confortable como para poder eliminar las restricciones.

Federico Sturzenegger, diputado nacional PRO es de los que cree que "el cepo cambiario se puede levantar en cinco minutos si se pasa a un régimen de flotación libre. Sin embargo, El Gobierno ha optado por llegar a las elecciones con un tipo de cambio controlado y sustituir el financiamiento con emisión con deuda".

El gran interrogante del mercado es por qué Vanoli realizó este anuncio tan "optimista" respecto al cepo. En esa línea, Gismondi consideró: "Lo dijo para llevar tranquilidad y calmar las expectativas para que la gente no gaste pesos en el blue. Pero su declaración tiene patas cortas, porque si no pasa nada, muchos terminarán buscando un refugio dolarizado para sus ahorros".

En concreto, según las declaraciones oficiales, el Ejecutivo intentará aguantar el tipo de cambio en torno a los niveles actuales ($8,50), como un ancla contra la inflación, aunque al mismo tiempo este precio le pega de lleno a la actividad productiva porque le quita competitividad para exportar y generar divisas.

Las palabras de Vanoli respecto a la posible eliminación del cepo, ocurre en un contexto en el que el Gobierno logró el éxito de aumentar las actuales reservas hasta los u$s30.800 millones, un nivel que no era alcanzado desde el 2 de diciembre del 2013.

En lo que va de diciembre, escalaron casi u$s2.000 millones, a raíz de los acuerdos de swap (intercambio de monedas) con China y Francia, el ingreso de divisas por las liquidaciones de las exportaciones agrícolas y por las licitaciones de 4G.
Nubarrones que generan dudas

Pero este ánimo positivo del Gobierno sufrió un golpe no deseado días atrás, cuando intentó adelantar el canje por el Bonar 2024 y recomprar los títulos de deuda Boden 2015, que vencen en octubre próximo.

Se esperaba que el canje de bonos coronara una seguidilla de buenas noticias como para encarar el 2015 con oxígeno en las arcas estatales.

De hecho, la decisión de ofrecer títulos de manera de aliviar las obligaciones financieras del próximo año, era vista como lógica y positiva por gran parte del mercado.

No obstante, la cruda realidad mostró que, contrariamente al plan que se había trazado, Kicillof tendrá que pagar casi todo el monto (u$s6.500 millones) por los títulos Boden que vencen el próximo año.

Pero, sobre todo, el gran objetivo era lograr que, en un año electoral, los escasos billetes verdes disponibles pudieran ser utilizados para reactivar la economía por la vía de mayores importaciones, al no tener que destinar tanto dinero al pago de deudas.

Según estima la consultora Melconian & Santangelo, los vencimientos en dólares, de deuda pública y privada, ascenderán a unos u$s15.000 millones, de los cuales, la mayor parte corresponde a compromisos del sector público.

Tal como puede apreciarse, los compromisos acumulan un total que equivale a un 50% de las reservas actuales en poder del BCRA.

Evidentemente, para que Vanoli logre su objetivo de "normalizar" la situación cambiaria y eliminar el cepo, como requisito:

- Primero debería reunir una considerable cantidad de dólares para cancelar deudas y acrecentar reservas.

- En segundo término, elevar el tipo de cambio, ya que el actual precio de $8,50, resulta muy seductor para los argentinos, lo que aumenta el riesgo de liberarlo.

El mundo "conspira" contra los deseos de Vanoli

Otro requisito para que Vanoli pueda normalizar el mercado cambiario, es que el mundo se ordene de modo tal de que haya menos riesgos de una catarata de devaluaciones de monedas, a raíz de los conflictos en Rusia por el desplome del petróleo.

"La baja del crudo fue del 50%. Esto afectó las cuentas públicas de muchos países, y derivó en fuertes déficit fiscales difíciles de financiar. Esto terminó en una fuertes devaluaciones en América Latina", apuntó el consultor Salvador Di Stefano.
Analistas ya observan que este nuevo contexto afecta al emergente más popular del mundo: Brasil. El real, presionado por la caída de la moneda rusa, entre otros factores, se ha debilitado y actualmente cotiza cerca de 2,70 reales por dólar, el menor registro en casi10 años.

En cuanto a México, la depreciación ya ha sido de casi un 10% en apenas dos meses y este debilitamiento tiende a profundizarse, en la medida en que el panorama petrolero no muestre un cambio de tendencia.

Para la Argentina, como así también para otras naciones, la situación rusa significa malas noticias.

"Tenemos tres grandes mercados, Rusia, Brasil y Venezuela, que ahora están en serios problemas. Esto significa menos capacidad de ventas", señala la analista Diana Mondino.

Para Di Stéfano, bajo este escenario, se darán cambios profundos en América latina.

Con este marco, el interrogante inevitable es qué tan significativa podrá ser la presión para una devaluación del peso argentino, cuando todos sus vecinos mueven el tipo de cambio al ritmo del petróleo.

"Va a ser fuerte. De hecho ya la teníamos antes, y este tema la agrava. Si el Gobierno se empeña en evitarla por motivos políticos, entonces deberá afrontar el costo de una recesión más profunda y una pérdida de reservas del Banco Central", anticipa López Murphy.

En la misma línea, Palma Cané cree que la Argentina puede estar más vulnerable que sus vecinos: "Nuestro tipo de cambio ya estaba sobrevaluado, y con todo esto queda que pasa en el mundo expuesto a una mayor presión por el gran desajuste que se puede generar entre las distintas monedas".

Subir el dólar oficial (para restarle atractivo a la compra por parte de ahorristas); propiciar el ingreso de más divisas (para reforzar reservas y afrontar deudas); "rezar" para que la crisis del petróleo no se agrave y bajar la inflación (para defender el peso).

Estos son algunos de los "requisitos" fundamentales para que los dichos de Vanoli -en cuanto a liberar el cepo cambiario- se transformen en una realidad y no queden en una mera expresión de deseo.  

Fuente: iProfesional