Permanecen en torno al 29%

Tasas crecen: presión para el Banco Central

lunes, 14 de abril de 2014

Fábrega esperaría al inicio de la liquidación de la cosecha. Podría haber novedades después de Semana Santa

El estancamiento del crédito se volvió una de las señales más preocupantes tanto para el sistema financiero como para evaluar el nivel de actividad. En los últimos 30 días, la reducción del financiamiento al sector privado llega al 0,4%, mientras que en lo que va del año la variación es de apenas el 1,3%. Esta floja evolución contrasta con el aumento de los plazos fijos: sólo en los últimos 30 días acumulan el 1,5% y, en lo que va del año, llegan al 15%. La ecuación es bien clara: aumentó sensiblemente el costo del fondeo, pero al mismo tiempo hay menor intermediación por la disminución de la demanda crediticia, por lo que la rentabilidad ya empieza a verse afectada.

"Nadie quiere tomar un préstamo personal al 70% de tasa; es inevitable que se frene el crédito", explicaba el viernes el presidente de un banco extranjero. La preocupación es que el fuerte aumento de las tasas inducido por el Banco Central tuvo como consecuencia un fuerte incremento de la tasa de plazo fijo: de niveles del 17% anual, bancos de primera línea están pagando alrededor del 28% para clientes minoristas, pero para mayoristas las tasas trepan a más del 30%.

El mercado reaccionó: no sólo hubo nueva constitución de plazos fijos para aprovechar estos mayores rendimientos, sino que además se produjo un trasvasamiento de depósitos a la vista (cuentas corrientes y cajas de ahorro) a depósitos a plazo. Ese mayor costo del financiamiento se trasladó, como era inevitable, al crédito en todos los segmentos. Subió el costo no sólo de préstamos personales, sino también del financiamiento con tarjeta de crédito y las líneas relacionadas a capital de trabajo para las pyme, como el descuento de cheques o los adelantos en cuenta corriente.

Los gerentes de Tesorería de los bancos comparten el diagnóstico: no tiene sentido mantener tasas tan altas porque se frena más la demanda y, finalmente, la actividad económica. Sin embargo, la única manera de hacerlo es bajando el rendimiento de plazos fijos.

Para el BCRA se trata de un tema sensible: la suba de tasas fue en definitiva lo que frenó la corrida al dólar a partir de fines de enero, consiguiendo una estabilidad que se mantiene hasta ahora. Sin embargo, el titular de la entidad, Juan Carlos Fábrega, ya reconoció en reuniones privadas en varias oportunidades que la idea es empezar a reducir las tasas, aunque con extremo cuidado. El inicio de la "temporada alta" en lo que hace a liquidación de divisas del sector agroexportador ayudaría para avanzar con ese objetivo de ir reduciendo gradualmente el costo del dinero en las futuras licitaciones de Lebac y Nobac. Es probable que los cambios en esta dirección sucedan recién después de Semana Santa.

El objetivo oficial es que tanto la inflación como la devaluación y las tasas de interés confluyan a niveles bastante más bajos que los de los últimos meses.

La tranquilidad del dólar es el primer signo favorable en esta dirección, ya que no sólo se mantiene estable el oficial, sino que el paralelo continúa por debajo de $ 10,50, tras haber rozado los $ 13 en enero. Ahora la inflación también comienza a mostrar signos de retroceso. Se estima que en abril la medición no subirá del 2,5%, sensiblemente por debajo del promedio del primer trimestre.

El último eslabón, por lo tanto, es la tasa de interés. Con un horizonte más estable para el dólar y una inflación en descenso, estarían dadas las condiciones para comenzar a reducir las tasas.

La reaparición de los planes de seis y de hasta doce cuotas sin interés refleja de a poco este panorama. Al haber disminuido los temores a una nueva y brusca devaluación, junto con la disminución de la inflación, ya no resulta tan riesgoso empezar a bajar las tasas.

Por lo pronto, las tasas más sensibles, que son las de cortísimo plazo, comenzaron a reaccionar a este escenario. Los adelantos en cuenta corriente para empresas de primera línea, por ejemplo, están cayendo a niveles cercanos al 25%, cuando habían rozado a mediados de marzo. Y algo parecido sucedió con el descuento de cheques que cotizan en Bolsa, preanunciando lo que podría suceder en los próximos días en el mercado financiero. 

Fuente: Ambito